Bienvenidos a Medicos Escolares orientados en la antroposofíaLA TAREA DEL MEDICO ESCOLAR EN LA ESCUELA WALDORFEn la conferencia de maestros de la Escuela Waldorf de Stuttgart, el 16 de enero de 1921, habló Rudolf Steiner de la tarea del médico escolar en la escuela Waldorf: "El médico escolar, que según mi idea tendría que estar aquí, tendría que conocer y tener muy presente a todos los niños, básicamente no tendría porque tener una clase especial, sino ocuparse con los niños de todas las clases, como sea necesario, para saber del estado de salud de todos los niños". (Rudolf Steiner, Conferencias con los maestros de las Escuelas Waldorf de 1919 a 1924. Ga 300a ). Este deseo formulado por Rudolf Steiner hace más de 70 años, se ha hecho realidad con el tiempo no solo en las escuelas Waldorf, sino en la mayoria de los sistemas pedagógicos. En la actualidad se contempla la medicina escolar como una colaboración necesaria para conocer el estado de salud de los escolares. Esta tarea se concreta en la mayoría de las escuelas en los reconocimientos médicos y en los controles periódicos que realizan los profesionales. Con toda seguridad la intención de Rudolf Steiner no era solo considerar la salud del escolar desde el punto de vista, hoy día generalizado, perceptible-ponderal ( al escolar se le examina físicamente, se le pesa, se le mide, se exploran los sentidos etc.). La antropología antroposófica nos ofrece una imagen del niño ampliada ( además de la dimensión corporal hay que considerar la dimensión anímica y espiritual) en un proceso evolutivo diferenciado según las distintas etapas de la vida. Esta imagen ampliada nos ofrece la posibilidad de ver el estado de salud del escolar no solo físico-ponderalmente sino también en una perspectiva temporal y en su interacción con todas las circunstancias del escolar, familiares, medio ambientales y pedagógicas. Mencionar por su importancia básica el conocimiento que nos ofrece la antropología antroposófica de la ley de metamorfosis de la fuerzas de regeneración y crecimiento en fuerzas de pensar. Es decir, las fuerzas con las que piensa el hombre normalmente son las fuerzas morfogenéticas y de crecimiento que en el curso de la vida se liberan de la actividad corporal para transformarse en fuerzas de pensar. Este principio ofrece al maestro y al médico la posibilidad de actuar armónicamente para mantener en equilibrio el desarrollo corporal y las facultades de aprendizaje. Este solo ejemplo nos puede ilustrar la tarea común del maestro y de médico para con el niño escolar, donde el médico con sus indicaciones tendría que facilitar el proceso de aprendizaje, y el maestro con su quehacer pedagógico tendría que promover o mejorar la salud del escolar. Esta propuesta de colaboración presupone una toma de conciencia de la necesidad de esta tarea y una voluntad de llevarla a cabo. Depués debemos considerar nuestra realidad para situarla en nuestras posibilidades concretas y realizables (días, horarios, económicas, formas de realizarla etc). Todos estos temas podemos tratarlos posteriormente y después de una reunión de intercambio mutuo. La linea general de trabajo que se propone consiste en una profundización de la antropología antroposófica, estudio de la imagen del hombre de la Antroposofía, en los tres primeros septenios. Tendríamos como base de trabajo conferencias de Rudolf Steiner sobre estos temas. Posterior a este trabajo general se presenta por parte de los maestros un niño y se trata de formar la imagen general de ese niño particular presentado. El caso particular de un niño que el maestro considere de atención especial médica debe ser también un motivo para el trabajo conjunto (maestros, euritmista, médico etc). La observación conjunta de la situación especial desde los distintos puntos de vista nos ofrecería la posibilidad de encontrar ayudas para este niño. Por ultimo habría que considerar la posibilidad de charlas para padres sobre temas de la salud del escolar. Autor: Wolfgang Kerstten PENSAMIENTOS CON RESPECTO AL ESFUERZO TERAPEUTICO QUE SE REALIZA EN LA ESCUELA WALDORF “Era en tiempos antiguos que vivía vigoroso el pensamiento en las almas de los iniciados que el ser humano por naturaleza enfermo está y el educar era considerado como el proceso sanador que al niño con la madurez la salud al mismo tiempo daba para ser en la vida un hombre pleno.” Rudolf Steiner
Lema para los médicos y los estudiantes de medicina del curso navideño, impreso en la primera circular (Dornach, 11 de marzo de 1924). “Enfermo por naturaleza”, no puede significar que los niños recién nacidos estén enfermos en el sentido de la interpretación actual. Rudolf Steiner sostenía en cambio, tal como lo describe en los “incentivos para la compenetración interior de la profesión docente y educativa” (16.10.23 en Stuttgart), que ya tan sólo la diferencia de nivel que el ser espiritual padece a causa del descenso del mundo espiritual al plano físico, debe ser señalado como enfermedad. Si a ello se agregan los hechos cármicos, se evidencia absolutamente que “enfermo por naturaleza” de hecho es el estado normal del hombre en su entrada al mundo terrenal. “Y el educar era considerado como proceso curativo” El esfuerzo pedagógico era considerado- y debería ser considerado nuevamente- como una misión terapéutica, que “al niño con su madurar, salud a su vez le otorgaba”. Vale decir, una conducción pedagógica de un estado enfermo a un estado con salud, para lo cual R. Steiner, consecuentemente entregó un “Estudio del hombre” y muchas conferencias pedagógicas, a modo de base, las cuales contienen un impresionante cúmulo de indicaciones terapéuticas. Aquí, lo significativo es, sobre todo, que en medida mayor que el término medio se habla de polaridades, en los cuales depende siempre hallar el punto medio entre las mismas, el equilibrio, la armonía, sin dejar de lado del todo las unilateralidades, o bien, hacerlas desaparecer. Los datos para la observación de los niños se refieren, entre otros, a las polaridades de: movimiento-calma, cabeza grande-cabeza chica, rico en fantasía-pobre en fantasía, terrenal-cósmico, rico en azufre-pobre en azufre(“rico en hierro”). Al respecto llama la atención que el “hallar el medio/centro”, sólo condicionalmente puede ser considerado como ideal-la nivelación de las diferencias llevaría a una uniformidad ajena a la vida- por otro lado, la admisión de los extremos aportaría rigidez de las unilateralidades. Por lo tanto, el arte pedagógico consiste en el hecho de poder descubrir su tipo para cada niño y buscar la “medida correcta”. Al observar bajo ese aspecto las polaridades: estar despierto-estar dormido, inspirar-espirar, nervios-sangre, pensar-metabolismo, nos damos cuenta claramente que hasta es de importancia vital admitir esos extremos de manera conjunta para la obtención de un sano ritmo entre ellos. A todos los contrastes mencionados, subyace el principio de “masculino-femenino” a modo de imagen arquetípica que nos muestra que el amoroso aproximarse de los polos-en ocasión del simultáneo mantenimiento de la independencia- puede generarse el germen de nueva vida. Naturalmente, las indicaciones pedagógico-terapéuticas de Rudolf Steiner incluyen también el estudio de los temperamentos, el estudio de los sentidos, las exposiciones referentes a la trimembración del organismo humano, así como la ciencia espiritual referente a la reencarnación y el karma, entre otros. Para que el pedagogo pueda promover el “proceso curativo” necesita de las asistencias terapéuticas- aunque fuera tan sólo para el diagnóstico. Es así que R. Steiner prontamente llamó al Dr. Eugen Kolisko como médico escolar para integrarse al primer cuerpo docente de la Escuela Waldorf. Además, a la señora Elisabeth Baumann-Dollfus le dio valiosas indicaciones para la fundación de la euritmia curativa. A Max Wolffhügel le dio incentivos para la pintura terapéutica y a Karl Schubert le dio la posibilidad de conducir niños en grado de fomento. Una y otra vez, el Dr. Steiner habló en las conferencias, en el curso de euritmia curativa y en los cursos para los pedagogos curativos acerca del proceder terapéutico en determinados niños, brindando asistencia médica, que podía llegar hasta la medicación. Rudolf Steiner aguardaba de los médicos valiosos incentivos y ayuda en el ámbito pedagógico, así como aguardaba que la pedagogía pudiese aportar una vivificación de la medicina. “Vemos entonces que lo esencial es que el conocimiento del ser humano deberá ser especializado un poco para los diferentes ámbitos de la vida. El médico necesita un conocimiento del hombre algo distinta a aquella del pedagogo: solamente un poco diferente. Necesario sería que la pedagogía en la mayor medida posible sea traspuesta por la medicina, del mismo modo como la medicina deba estar traspuesta en la mayor medida posible por la medicina” (Curso Pascual para los médicos, Dornach 22.4.24) En ese lugar se está señalando claramente el aspecto profiláctico de la educación Waldorf, dado que la observación de las “polaridades” de los temperamentos, del estudio de los sentidos, etc., es advertida para un proceso de salud del “enfermo por naturaleza” en su camino para su pleno desempeño como hombre”, sino también como prevención frente a enfermedades posteriores en la edad adulta (diabetes, artritis reumática, patologías metabólicas, etc.) Es por cierto indiscutible que R. Steiner ha fundado a la Escuela Waldorf bajo aspectos culturales-terapéuticos. De lo expuesto aquí surge que la ha fundado asimismo a partir de aspectos terapéuticos-individuales. ¿Qué aspecto puede tener empero una postura asistencial terapéutica óptima? Al respecto, es menester brindar una definición conceptual: En la actualidad, la terapia es entendida como curación de enfermedades y el esfuerzo por realizar esa terapia en la Rep.Fed. de Alemania en la actualidad es remunerado en gran medida por las obras sociales. Prevención es la disminución de enfermedades en un momento en el cual aún no estamos en presencia de la enfermedad. Al respecto, existen principios de remuneración en las obras sociales, normalmente para terapias grupales en conjunto (p.ej. ejercicios para fortalecer la columna, entrenamiento autógeno, y otros). La profilaxis es un sinónimo de prevención. Higiene es cuidado de la salud, mantenimiento de la salud y también educación hacia la salud, vale decir, concierne alimentación, vestimenta, actividad deportiva, estudio de la vida. El médico antroposófico, que trabaja en un hospital o en un establecimiento, trabaja según el siguiente esquema: Vale decir que está activo terapéuticamente, al tratar con un medio curativo a una enfermedad diagnosticada colocando a la par del remedio/medicamento, una intervención terapéutica apropiada a la enfermedad, con lo cual encamina un restablecimiento, “liberando” al paciente nuevamente a su desarrollo independiente, acorde con los consejos médicos, o contrariamente a los mismos. El médico que trabaja en una escuela Waldorf (médico escolar) observa conjuntamente con el cuerpo docente el desarrollo del niño, de acuerdo a los antes mencionados criterios de Rudolf Steiner. Al notarse unilateralidades, hipersensibilidades u otras peculiaridades que dañan al niño o al grado, o la relación “maestro-niño”, o bien “maestro-niño-grado”, al cabo del convenio con los padres, se aplicarán terapias, que aquí correctamente tendrán que denominarse prevenciones, para ayudar al niño a vencer sus dificultades. Vale decir, en este estado el niño no puede ser calificado como enfermo, y por tal razón tampoco se implementará un medicamento. La ayuda está dispuesta en el sentido de poder superar los problemas momentáneos y evitar enfermedades futuras. A ese esquema, la higiene se inserta de la siguiente manera: Por lo tanto, el concepto “higiene” describe el entorno pedagógico normal de un niño en su totalidad, preparación en el mejor de los sentidos para la vida y prevención contra eventuales enfermedades posteriores. Cuando esto no es suficiente, el niño debería ser llevado a tiempo a una terapia especial (ver: prevención/médico escolar). Al respecto, el pedagogo Waldorf asume la misión plena de responsabilidad de agudizar constantemente su mirada diagnóstica, ampliándola en el trato con los niños, y mediante el trabajo meditativo en el “Estudio del Hombre” de Rudolf Steiner. Para la comprensión de dificultades adicionales, que pueden afectar la evolución de un niño, aquí presentamos a modo de ejemplo una dimensión adicional, dentro de la cual la pedagogía Waldorf deberá moverse concientemente. Para la ilustración tenemos el siguiente esquema: Las ondas representan el camino de la vida del hombre a través de varias encarnaciones. Llega del mundo espiritual como alma espiritual (ver flecha) cargado con su karma, al mundo terrenal (caída de nivel). Otras personas- así lo describe R.St.(GA 144 “Los misterios del Oriente y del Cristianismo” 4.2.1913)- que en su vida se han entregado por completo a la comodidad y al bienestar, se verán condenados post mortem a ser servidores de Arhriman. Como siervos de esa personalidad opositora están obligados a arrojar obstáculos a los caminos de los hombres que viven en la tierra. De esta manera, los seres humanos que entran en la tierra, no solamente tienen que reelaborar su propio karma, sino, se ven afectados en su desarrollo por obstáculos adicionales. Al pedagogo que tiene conocimiento de estos procesos, se le plantea una triple misión. En primer lugar tiene que tomar en cuenta que también a él mismo se le pueden arrojar obstáculos al camino en ocasión de sus esfuerzos; en segundo lugar tiene que ayudar a los niños que le han sido confiados, a superar sus obstáculos; y en tercer lugar, se opondrá vigorosamente a que los niños, por él educados, caigan dentro de la comodidad y el bienestar desmedidos. El cúmulo de tareas de un maestro Waldorf es enorme. A ello se suman los problemas de una elevada frecuencia de clases con simultáneo incremento de las dificultades de la educación. Tal como ya lo había pre-anunciado Rudolf Steiner, en los hombres de la actualidad se puede percibir claramente - tanto en los niños como en los adultos- una tendencia al agotamiento que va en aumento. En consideración del hecho de que la Escuela Waldorf no está ubicada como parte de la “Trimembración del Organismo Social”, sino que se encuentra sola, como “remanente” del movimiento de la Trimembración de R. Steiner, sola en un mundo que no puede acompañar a los criterios, pensamientos y metas antes mencionados, frente a una invasión de nuevas enfermedades (alergias, sida, etc.) y de antiguas enfermedades que retornan (tuberculosis, cólera), así como de diversas enfermedades sociales, y frente a la necesidad terapéutica de los hombres de enorme dimensión, nos damos cuenta cada vez en mayor medida de la sabiduría de R. Steiner, quien al comienzo de la nueva era de Micael, ha creado una nueva pedagogía higiénico-terapéutico-preventiva, que coloca al médico y al terapeuta al lado del maestro. La gran idea de la trinidad “Sacerdote-médico-maestro” antiguamente llevado a la realización en la persona del iniciado, puede cobrar vida nuevamente en el cuerpo docente de una Escuela Waldorf. El elemento religioso-ése es el objetivo y el gran deseo de R. Steiner- deberá compenetrar como estado anímico fundamental toda la enseñanza (también en las materias de las ciencias naturales!) y cobra vida en la reverencia que tenemos frente al ser espiritual de cada niño que nos ha sido confiado para su educación. “Era en tiempos antiguos que vivía vigoroso el pensamiento en las almas de los iniciados que el ser humano por naturaleza enfermo está y el educar era considerado como el proceso sanador que al niño con la madurez la salud al mismo tiempo daba para ser en la vida un hombre pleno.” Rudolf Steiner
PASEMOS A LA REALIZACIÓN PRÁCTICA ¿Qué cantidad de personal que trabaja terapéutico-activamente, necesita una escuela Waldorf? Por cierto, una pregunta que depende de la libre decisión de cada cuerpo docente, para la cual deberían ser elaborados empero, puntos de referencia. El método que ocupa un primer plano en la escuela es la euritmia curativa, para la cual R.Steiner ha dado un cúmulo de indicaciones que también, y sobre todo, son valiosas en lo profiláctico. Aquí se puede retomar la estrategia de la parte rítmica de la clase principal, llevándola a la terapia. Por cierto que la “fórmula mágica” de la prevención escolar es el ritmo! Deseable empero es asimismo la formación del habla, con sus principios terapéuticos, así como la terapia del arte (p.ej. música, pintura, modelado). Una importancia cada vez mayor adquiere la enseñanza fomento, que , en el procurar de poder mantener en la escuela a los niños que en otro lugar serían integrados al ámbito escolar asistencial, y que pertenece al firme componente de una escuela Waldorf. CUADRO DE CONJUNTO DE LAS TAREAS DEL MEDICO ESCOLAR Elaboración de la terapia y acompañamiento de la misma Enseñanza del Estudio del Hombre Asistencias como oyente Recepción de alumnos Asesoramiento psicológico Revisaciones en serie Primeros auxilios PARA LOS TERAPEUTASConsultas terapéuticas Diagnósticos PARA LOS MAESTROS, O BIEN, PARA LA ESCUELACharlas con respecto a los niños Consultas médicas Consultas psicológicas Asistencia como oyente Trabajos de conferencia Participación en conferencias PARA LOS PADRESConsultas diversas Reuniones de padres Conferencias en el Jardín de Infantes PARA EL ORGANISMO ESCOLARIntervención asistencial en los entretejidos sociales PARA EL PÚBLICOConferencias Seminarios SE RECOMIENDA LA SIGUIENTE LITERATURA
En la Libre Escuela Waldorf Engelberg, el médico escolar está integrado en el organismo escolar, como miembro del cuerpo docente. Recibe una carga horaria acorde al de un maestro Waldorf, y recibe un sueldo según la disposición general de sueldos de la escuela. El tiempo laboral de 24 horas por semana requiere una asistencia de lunes a sábado por la mañana. Toda presencia adicional de las tareas del médico escolar es aportado a partir del así llamado superávit. La parte correspondiente a las clases en el calendario global, conforma normalmente cuatro épocas, dos en el 9º año, dos en el 10º año y es llevado a cabo exclusivamente como clase de época. Como esta carga horaria está dedicada a los alumnos, aquí en primer lugar seguirá la exposición del trabajo del médico escolar para los alumnos. La exposición conjunta será dividida en grupos, vale decir, “para los alumnos”, “para los maestros y colaboradores”, “para los padres”, “para los terapeutas”, “para la escuela”, “para el jardín de infantes”, “para el público”, que caracterizará claramente la postura del médico escolar como “Ser que brinda ayuda”, en esta palabra, “para”. A esta introducción, a continuación le sigue una exposición detallada, que se basa en la experiencia personal adquirida a través de varios años de actividad escolar, del campo de actividades, con un breve resumen final. PARA LOS ALUMNOS , el médico escolar imparte clases del Estudio del Hombre en 9º y en 10º año, en parte, y en situaciones de suplencia, se adicionan épocas de alimentación en el 7º y 8º año. En las clases especiales, tienen lugar charlas con los padres, con los colegas o con los alumnos del ciclo superior, y asistencia de oyentes en euritmia curativa, euritmia, deporte u otras materias. En el tiempo libre de enseñanza del médico escolar, se llevan a cabo las asistencias de oyente en las clases principales en los años 1º a 8º y las revisaciones en serie. Una gran parte del tiempo es dedicada a la elaboración terapéutica así como al acompañamiento de la terapia, a la cual deberá ser incluida la consulta colegial con los respectivos médicos de la familia. La arriba mencionada revisación en serie para el acceso a la escuela, involucra asimismo las charlas pedagógicas con los maestros receptores, y la juicios de admisión y de casos especiales. (integración de niños necesitados de cuidados especiales). Casi todos los recreos están colmados de casos de primeros auxilios (lesiones, dolor de vientre o de cabeza), cuyo tratamiento no necesariamente requieren la presencia de un médico, que empero sirve para conocer a los niños con mayor profundidad. PARA LOS MAESTROS ( O BIEN PARA LA ESCUELA) En Engelberg era de manera tal, que el médico escolar era aguardado con urgencia, y ni bien su cabeza aparecía por la puerta, se lo colmaba con las más diversas tareas. Esa, por cierto, es la manera más esforzada, pero para mí también, la más hermosa y desafiante del comenzar. Y justamente allí quedó demostrado también, que la “imagen profesional del médico escolar” sería una gran ayuda para el principiante, para tener por lo menos algunos puntos de referencia, en la satisfactoria pero caótica “situación de los mil deseos”. Así y todo, tenemos que alegar en este lugar, que seguramente cada escuela, según su tradición, sus problemas específicos del lugar, según su juventud o su avanzada edad, etc. necesita médicos escolares “diferentes” y que por lo tanto una “imagen profesional” puede ser tan solo un hilo conductor, que no obstaculiza la libre configuración del trabajo. Los maestros aguardan grandes soluciones del médico escolar:
PARA LOS PADRES También los problemas educativos y de matrimonio ( que en definitiva siempre cobran efecto sobre el niño), son importantes temas de consulta. Otro gran campo de tarea con los padres son las reuniones especiales (drogas, medios, pubertad, violencia, o con respecto a las clases del Estudio del Hombre, así como las terapias en la escuela). También en el círculo Padres-Maestros, el médico escolar es requerido como referencia. También reuniones de padres con temas que se trasladan (introducciones para padres nuevos, terapias en la escuela...)pertenecen al campo de tareas, así como la invitación de referentes importantes extra-escolares. Además, naturalmente se es el interlocutor con respecto a epidemias en los grados, tratándose ya de piojos como de varicela. PARA LOS TERAPEUTAS R. Steiner le señaló a Eugen Kolisko, el “ archi-médico” escolar de una escuela Waldorf, que debía dominar los temas abarcativos, para los cual era necesario “conocer a todos los niños de la escuela”- a saber, problemas nutricionales, anomalías de postura, comportamientos respiratorios, etc. Aquí el médico escolar dispone de una magnífica oportunidad-en trabajo mancomunado con el terapeuta y el médico de la familia- de reconocer a las enfermedades en su status nascendi, evitando entonces su estallido. ¿Con qué enfermedades, o sus estados preliminares se confronta el médico escolar? En primer término podemos mencionar al ámbito psíquico, inquietos, perturbadores siempre, cansados, alterados del habla, agresivos y otras particularidades del comportamiento; luego empero también el ámbito más bien médico: niños con pólipos, problemas de postura, trastornos del caminar, y de la vista, dolores de cabeza crónicos, irregularidades dentarias, llegando, por supuesto a las enfermedades agudas-menos frecuentes- y los primeros auxilios. En Engelberg, todos los miércoles tiene lugar la conferencia terapéutica, siempre, durante dos horas de la materia, con la participación de los tres euritmistas curativos, la maestra de fomento(terapeuta artística) y del médico escolar. En ese círculo, los maestros de grado informan de sus “casos –problema” y se debaten las posibilidades terapéuticas. Además, en esa conferencia se trabaja con el “curso pedagógico-curativo” u otro tema. A este trabajo se invita asimismo a miembros del cuerpo docente. PARA EL PUBLICOEl médico escolar ofrece discursos acerca de la “Pedagogía Waldorf y su impulso curativo”, acerca de la “Problemática de los medios”, acerca de “Enfermedades infantiles y su manejo”, acerca de “¿Las enfermedades tienen un sentido?”, etc. Esos “lugares públicos”, en la mayoría de los casos son jardines de infantes Waldorf, Asociaciones de medicina naturista, o el público escolar. Cobraría mucho sentido-lo que en nuestro caso, empero, se encuentra aún en la esfera de proyectos- instalar cuanto antes seminarios de padres (grupos de lactancia o consulta y asesoramiento de embarazo). Al final de esta exposición, que luego en el apéndice ofrecerá una imagen esquemática de la profesión, quisiera dar una evaluación personal de mi actividad, y explicar asimismo la intención a partir de la cual ha sido redactada. Mi intención personal ya durante el estudio, se ha orientado en dirección al “médico escolar en una escuela Waldorf”. Para ello asistí durante 3 años a un seminario pedagógico (todos los viernes por la noche), en Berlín, participando además regularmente, en los congresos de médicos escolares de Dornach. Es así, que constituyo el raro caso con intención “médico escolar” desde un inicio. En una época en la cual también los médicos tienen que confrontarse con la elección de no poder trabajar en su profesión o en ramas profesionales no deseadas, creo que cobra sentido llamar la atención de los jóvenes estudiantes, antroposóficamente orientados, que como hemos visto, tiene mucho que ofrecer, sobre todo en el ámbito de los encuentros humanos, de la postura de la asistencia urgentemente deseada, y de la integración al organismo de una Escuela Waldorf. Por un lado se apela al médico para que considere esta profesión que financieramente se encuentra equiparado a la de un maestro, como perspectiva de futuro. Por otra parte, también las escuelas y los seminarios deberán tomar en cuenta , cada vez en mayor medida, esta necesidad que se encuentra arraigada en la escuela Waldorf, que empero no se toma en cuenta por “escasez de dinero”. La descripción del médico escolar en Engelberg, naturalmente está marcada por la situación de la carga horaria del médico, referida al comienzo. En el sentido de aquello, que R. Steiner requiere que el médico escolar debe conocer a todos los niños, y bajo la impresión de las actividades propias de la escuela, tengo la impresión de un médico “-con parte del tiempo” o un médico escolar “de vez en cuando”, puede cubrir solamente pocos campos de acción; de ninguna manera puede hablarse de un real conocimiento de los alumnos. Es por ello que considero de urgente importancia la instauración de carga horaria para el médico escolar. Una y otra vez queda demostrado en charlas individuales con médicos escolares, que cordialmente una o dos veces por semana atienden una escuela, a la par de su consultorio de muchos pacientes, un cierto descontento con esa posición de hallarse afuera, que no permite una real y profunda penetración al organismo escolar. Con respecto al término organismo escolar, tengo que hacer la siguiente acotación: durante la actividad como médico escolar durante varios años, con presencia constante, he percibido con claridad cada vez mayor, un compromiso y también una necesidad de ejercer una acción sanadora y de ayuda sobre ese organismo. En la actualidad se observan diversas tendencias enfermizas entre maestros y padres, maestros y alumnos, maestros y colaboradores, maestros y maestros. Resulta un vasto campo de acción para el médico y los terapeutas, también aquí, en lo posible, antes del estallido de los problemas, pero, a más tardar, al “comenzar la enfermedad”, podrá aportar su ayuda. Para poder cumplir la misión que R. Steiner le impartiera a sus maestros: educar los niños hacia la salud, colocó a su lado, al médico escolar. Y muy pronto, le siguió la euritmia curativa. Esa combinación beneficiosa para el sano desarrollo de los niños de pedagogía y medicina, no puede ser degradado a un problema financiero, en una época de problemas cada vez mayores, cuando la Escuela Waldorf en cuestión tiene conciencia de su misión de salud. (Ver al respecto, el texto de R.Steiner al final de esta exposición). Para la habilitación, vale decir los fundamentos del médico escolar: estudio médico completo, experiencia médica sería recomendable, orientación antroposófico-pedagógica (la mayoría de las preguntas que se le formulan, se refieren a la antroposofía), agrado en el trabajo en grupo, y una actividad médica referida a las charlas. Tengo además, en dos tardes por semana un consultorio médico en una organización pedagógico-curativa como médico práctico (una hermosa complementación de la actividad escolar). La profesión del médico escolar, en realidad es una denominación oficial. Rudolf Steiner la introdujo empero, como componente necesario del cuerpo docente de una escuela Waldorf. Los motivos con respecto a 1919, me parecen ser más bien con miras a futuro. Por doquier, actualmente se clama por terapia, cuando ya “el niño se ha caído al pozo”. El concepto de la profilaxis se ha abierto paso como medida médica de una manera muy escasa a las obras sociales. Año tras año aumenta el reclamo de una ayuda educativa, apoyada terapéuticamente. En un número cada vez mayor de matrimonios fracasados o condiciones familiares cargadas de stress, en un terror mediático cada vez más intensos, así como otras tribulaciones diversas, están creciendo niños a través del primer septenio que están clamando ayuda, cuya aflicción deberá ser reconocida con amorosa dedicación. Frente a ello tenemos un cuerpo docente que, condicionado por un grupo de niños cargados con problemas en sus aulas, condicionado por los factores arriba mencionados, tiene a su disposición un cúmulo cada vez menor de fuerzas para poder hacer frente al desamparo y las dificultades de los niños mediante medidas pedagógicas( que, si se corresponden con el plan didáctico de la escuela Waldorf, son enteramente sanadoras). Tomando en cuenta esta situación, me doy cuenta, cuan previsor es el concepto de la escuela Waldorf, al haber integrado R. Steiner desde un comienzo al ámbito terapéutico ( médico escolar y terapeutas) a la escuela, en el sentido de la posibilidad de apoyar a la “pedagogía curativa”, mediante “terapeutas”. De esa manera a integrado asimismo la enseñanza religiosa como inalienable, habiendo reunido con ese concepto la antiquísima triásica de maestro, sacerdote y médico en una misma misión, que, a través del accionar en conjunto en los niños, dispone importantes gérmenes para el futuro. Y con claridad cada vez mayor, se va revelando en el curso de la actividad, al importancia del lema, que Rudolf Steiner le ha dado a los médicos en la primera circular: “Era en tiempos antiguos que vivía vigoroso el pensamiento en las almas de los iniciados que el ser humano por naturaleza enfermo está y el educar era considerado como el proceso sanador que al niño con la madurez la salud al mismo tiempo daba para ser en la vida un hombre pleno.” Rudolf Steiner PARA CORRESPONDER A LO ENCOMENDADO POR RUDOLF STEINER UNA ESCUELA WALDORF DEBERIA DISPONER DE LOS SIGUIENTES OFRECIMIENTOS. La importancia fundamental de la terapia en la escuela Waldorf, es reconocida por casi todos los colegas, a partir de las crecientes dificultades pedagógicas. Apremios financieros, así como desacuerdos personales, actualmente provocan a menudo, que el ámbito de la escuela no sea instalado, o bien, sea disuelto nuevamente. Los pensamientos aquí expuestos deberían servir como ayuda en las decisiones, pero también como base para nuevas determinaciones. No deberíamos permitir que las fuerzas adversarias que desde afuera arremeten, destruyan las conquistas pedagógicas waldorfianas, que en sí, recién nos conforman en una escuela especial, vale decir aquí, de corte terapéutico. La lucha de fin de siglo, o bien, la transición del milenio no podrá ser llevado a cabo en un momento indefinido, sino aquí y ahora. Wolfgang Kersten, médico escolar |