Peter Guttenhöfer TRANSFORMACIÓN DE LA ESCUELA ¿Cómo debería ser entonces “Escuela”, para constituir un ambiente apropiado para el niño de la actualidad? En su fragmento PEDAGOGÍA, Novalis ha dado la orientación: “EDUCACIÓN DE NIÑOS, COMO TAMBIÉN LA FORMACIÓN DE UN APRENDIZ – NO, A TRAVÉS DE EDUCACIÓN DIRECTA, SINO MEDIANTE LA PAULATINA PARTICIPACIÓN EN OCUPACIONES, ETC., DE LOS ADULTOS”. ¡Los adultos educadores tienen que estar ocupados! Y no con la educación directa de niños, sino con las ocupaciones que fundamentan y configuran la vida ¡la cuales naturalmente, pertenecen también, escribir, leer, calcular, cantar! Y ¿de qué manera aprende el “aprendiz”? En el primer septenio, a través de la imitación, en el segundo, mediante la realización a partir de lo conocido con anterioridad. Con ello se generan imágenes de adultos, ocupados con tareas plenas de sentido, dignas de ser imitadas, que también pueden ser imitadas, o bien re-producidas, dado que se expresan en actos visibles, dentro de movimientos razonablemente conducidos de sus brazos y sus piernas. Y en el genio del niño, que con-vive dentro del entorno de estas ocupaciones, consiste en practicar su auto-educación, mediante la actividad imitadora. En un principio lo denominamos jugar, luego, practicar. Las ocupaciones a ser imitadas yacen sobre todo en los ámbitos de la agricultura y la horticultura, la artesanía y la economía doméstica, es decir en aquellos ámbitos, en los cuales mediante la transformación de la sustancia, se producen los “víveres” elementales que desagraciadamente no están contenidos en el campo educativo “Escuela”. De manera incipiente, Rudolf Steiner ya los ha integrado al espacio pedagógico, esto en la actualidad constituye una de las particularidades de la pedagogía Waldorf. Justamente en lo que a estos ámbitos prácticos atañe, la humanidad del presente toma conciencia en medida cada vez mayor, que la concepción mundial reduccionista y la búsqueda egoísta de provecho, conducen a la destrucción de los fundamentos de nuestra vida. De ello podemos darnos cuenta por los catastróficos efectos de las abejas, la calidad de los alimentos, etc., nos lo enseñan asimismo, el tormento de nuestros animales, el morir de nuestros bosques. Hoy nos está alertando la destrucción de los eco-sistemas y el peligro del cambio climático, requiriendo un accionar renovado. Aquí se concentran las ideas: los adultos se orientan nuevamente hacia la tierra, se desprenden de la avidez del lucro y la cría masiva de animales. El respeto frente a las demás criaturas, dispuestas a servirnos, se convierte en guía de nuestros actos ¡y llevan consigo a los niños! No los encierran en jardines de infantes, guarderías, aulas, sino que trabajan conjuntamente con ellos, los demás pequeños jugando, los mayores, PARTICIPANDO PAULATINAMENTE EN LAS OCUPACIONES DE LOS ADULTOS, tal como lo indicara Novalis. Allí sentimos la necesidad de un “curriculum” nuevo, vemos una nueva valorización de las materias, según materias principales y materias secundarias, entonces las vacas sagradas universalmente adquieren la autenticidad de la lengua materna, la literatura nacional y la matemática serán ubicadas a la par con nuevas materias principales, como horticultura y mano de obra. El lugar ideal para un entorno educativo tal, naturalmente seria la nueva granja agrícola. De hecho tendría que ser modificada en profundidad, para poder construir entonces un “AMBIENTE COMPLETO” (Goethe, Provincia pedagógica) para el niño auto-educador, pudiendo nutrir a su vez las personas que allí viven y trabajan ( Una nueva configuración de profundo alcance, con respecto a la agricultura en todo su alcance, ha sido iniciada por movimiento universal de la agricultura biológica dinámica) No nos estamos refiriendo entonces a una “granja escolar”, sino a una comunidad de personas que trabajan, que mediante la agricultura biológica-dinámica quieren dedicarse a la recuperación de las fuerzas juveniles de la tierra. Vale decir, no una EDUCACION DIRECTA DEL NIÑO, desaconsejada por Novalis, sino una integración del niño a este medio de actividad. La con-vivencia y la colaboración del niño en la corriente volitiva de los adultos. Y el “aula” corresponde estar integrado en ese medio, de hecho en manera transformada. Los espacios externos e internos en su conjunto se convierten en un ambiente integral. La configuración pormenorizada depende de las numerosas condiciones circunstanciales y no puede ser detallada aquí. Es evidente que con ello estamos señalando una sola dirección, en la cual podríamos intuir y buscar el ideal. De hecho sería una ceguera frente a la realidad, suponer que la agricultura biológica-dinámica podría salvar también a la pedagogía. Tenemos dos ideas-guía:
28.9.2012 |