PORQUE TENEMOS MIEDO? CLAUDIA MC KEEN Traducción: Ana María Rauh POR QUE TENEMOS MIEDO? ¿ Qué tenemos, y que hacemos para vencer al miedo? Estas son preguntas que acompañan nuestra biografía y que a toda edad se presentan de diferente manera, dado, que todos tenemos miedo. ¿Cómo nos manejamos con el? ¿Cómo podemos fortalecernos y podemos educar a nuestros hijos, para que la perdida, la amenaza y el estar a la merced de algo no nos obstaculicen o nos aniquilen, y, por el contrario, podamos crecer y podamos cobrar fuerza encontrándonos con nosotros mismos, en el debate con el miedo. El efecto del miedo a las diferentes edades y su importancia para el desarrollo, además de las misiones que así resultan para la educación han sido el tema del Congreso de los Médicos escolares y del Jardín de Infantes en otoño del 2013. De ello nos habla una poesía de Hilde Domin. Nos habla de la pérdida, decepción, soledad y sacrificio, momentos en la vida que nos causan miedo. Momentos en los cuales nos sentimos indefensos y abandonados, sin saber cómo avanzar, solo sabemos que es indispensable avanzar. Momentos en los que todo calla, nadie puede brindarnos ayuda, solamente nosotros mismos. Hilde Domin señala empero también aquello que puede salvarnos; cuando dentro de nosotros hayamos la llama, que a menudo es muy pequeña y vulnerable, siendo empero lo único que nos alumbra el camino que tenemos que tomar. Dado, que solamente con esa, nuestra luz, podemos tomar esos caminos solitarios y difíciles, creyendo en el milagro que podemos encontrarnos con nosotros mismos y podamos sentirnos amparados en la comunidad espiritual de nuestro prójimo. En muchas poesías de Hilde Domin, el valor y la esperanza son el tema central. Son poesías que brindan aliento, confianza en la fuerza propia, la verdad. Han sido escritas a partir del dolor y de experiencias dolorosas siendo así y todo, un llamado de aceptar nuestro destino, aun, cuando contiene soledad, dolor y miedo, y tratar de revertirlo. Importante es la postura frente a aquello, que no podemos cambiar. A pesar de duras experiencias impuestas por el destino, Hilde Domin no ha perdido la fe en la humanidad, la esperanza de clemencia y la creencia en la propia fuerza:
Hasta el muerto, que responde a todo llamado, Solo escuchamos al paso propio Toma una vela en tus manos Y abajo, entre los jardines en flor Hilde Domin |