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LA ALIMENTACIÓN DE NUESTROS NIÑOS

EL AZÚCAR- Funciones claves en el metabolismo

En el organismo humano, el azúcar aporta su servicio en múltiples funciones. El metabolismo en el cerebro está basado en la transacción del azúcar, cuyo curso regular es necesario para el desarrollo de la conciencia. El hígado forma su sustancia del azúcar  y la musculatura, sobre todo la del corazón, lo necesita para su actividad.

Aquel azúcar, que no se necesita para las diferentes tareas funcionales, se emplea para la formación de glucógeno, una sustancia similar al almidón. La misma es depositada en células hepáticas o musculares y si fuese necesaria, es conducida nuevamente al azúcar. Una vez colmados los depósitos, el azúcar de los alimentos, es transformado en grasa. El organismo forma su azúcar de grasa y si fuese necesario también de proteína.


AZÚCAR EN SANGRE

La cantidad de azúcar en sangre, en la persona sana siempre es mantenida constante. Un descenso, tal como acontece en el diabético por una sobredosis de insulina, a manera de shock promueve estados de amenaza a la vida, con inconsciencia. Para impedir esto, están conectados complicados sistemas de regulación de los cuales participan diversas glándulas con secreción interior. A la tendencia de la elevación del nivel de azúcar en sangre, se opone tan solo la secreción de las células insulares del páncreas. Para el organismo no es amenazante de la misma manera con el descenso.


El azúcar y el SER DEL YO

El azúcar empero no tan solo se encuentra al servicio de la vida.

Por Rudolf Steiner nos enteramos de un significativo resultado de la investigación científica-espiritual: en los contextos orgánicos, el azúcar es portador del yo-humano. Rudolf Steiner habla de una “organización del yo”, que mediante el medio del azúcar, actúa en el interior del cuerpo: “Donde hay azúcar, allí existe la organización del yo; donde se genera azúcar, aparece la organización del yo, para orientar la corporeidad infra-humana (vegetativa, animal) hacia lo humano (g A 27)

Lo espiritual necesita la sustancia, para cobrar realidad en lo terrenal. A causa de su solubilidad y finísima “cristalización”, que está contenida en las tonalizaciones calóricas de la sangre, el azúcar está destinado para esa misión. Dado que tan solo en ese límite   inconmensurablemente amplio entre lo material y lo dinámico, entre las diferentes dimensiones, es posible el encuentro del ser del yo y la sustancia.

Podemos comprender entonces, que la disminución del azúcar en sangre, conduce a manifestaciones patoloicas, con inconsciencia. El yo no puede mantenerse en el cuerpo, ya no encuentra el acceso a la encarnación.

En este contexto, se torna comprensible un fenómeno en ocasión de al resorción del azúcar a la sangre: “El azúcar es acoplado al fósforo, se fosoriliza.” El fosforo empero tiene parentesco con el yo. 

“Phosphoros” es una palabra griega y significa “portante de luz”. 

El yo del ser humano es de origen espiritual, procede de mundos luminosos. Entra a la oscura existencia terrenal, como un portador de luz. Este hecho, que puede ser captado con facilidad por el ánimo humano, ha sido concentrado por Rudolf Steiner hasta la declaración  científica-natural.


EL AZÚCAR EN LOS ALIMENTOS

Como azúcar en los alimentos, en términos generales se entiende el producto blanco, aislado. Sin lugar a dudas, que también Rudolf Steiner estaba considerando esto, cuando al creciente consumo de azúcar lo adjudicó al desarrollo de la conciencia del hombre occidental. En la época de Rudolf Steiner no existía aun, la problemática del consumo de azúcar existente en la actualidad. Por aquel entonces, per cápita de la población, se consumían aproximadamente 30g, hoy, son más de 100 gramos (en 1997)

Ninguna persona juiciosa, podrá considerar justificado un consumo tan elevado: los daños a la salud así generado saltan a la vista. Por lo tanto nuestra misión es comprender a Rudolf Steiner en su preocupación real. Y ha sido, explicar, que el yo del hombre, en el trato con el azúcar, tiene que desplegar actividad, siendo que así podrá encontrar una mejor conexión con su misión terrenal. Para ello empero el azúcar aislado es menos adecuado que el azúcar en estado asociación. Rudolf Steiner lo expresa así también de manera inconfundible en una conferencia del 31.7.1924. Allí, hasta avanza un paso más y dice, que el organismo obtiene su fuerza máxima, al generar el azúcar el mismo del almidón.

Otra cualidad del azúcar es el gusto dulce, que según  la afirmación de Rudolf Steiner, por cierto interesa a la organización del yo en el cuerpo. ¿Entonces, de hecho necesitamos al azúcar envasado en el frasco? ¡De ninguna manera! Lo dulce nos es ofrecido por numerosas frutas, miel, extracto de malta, melaza de nabos, etc. Y cuanto con mayor atención logramos a aprender a gustar, tanto más vacio y pelmazo nos parecerá el azúcar refinado.

A causa del escaso consumo de cereal, tenemos que lamentar una extendida carencia de vitamina B1, dado que el cereal es su portador principal. Esta temible situación se agudiza por el consumo de azúcar: a causa de ello se eleva el requerimiento de vitamina B1. En ocasión de una alimentación normal, que todavía contiene suficiente cantidad de Vitamina B1, a causa de un adicional ingesta de azúcar, puede generarse una hipovitaminosis (carencia de vitamina) ¿Cómo podemos explicar esto? El azúcar necesita por doquier en el metabolismo esa materia acompañante y la consume. En la asociación  natural, la cantidad de azúcar nunca es tan abundante que en ocasión de una alimentación normal, el requerimiento de B1 no pueda ser satisfecho. A causa del azúcar aislado, la relación de necesidad y abastecimiento entró en desequilibrio.

Este trastorno en la actualidad ha alcanzado enormes dimensiones. Estas cifras lo demuestran: el consumo de productos derivado de cereales como portadores de Vitamina B1, en nuestras regiones se encuentra en notorio repliegue:  

1900=250g per cápita por día

1960=97g cápita por día

1970=72g cápita por día


En cambio, el con sumo de azúcar está subiendo:

1900=28g cápita por día

1960= 82g cápita por día

1970= 95g cápita por día

1974= 102g cápita por día

En esta situación se genera un fatal círculo vicioso: el trastornado metabolismo del azúcar en el nervio, con el deficiente aprovechamiento del azúcar, genera un deseo por lo dulce. La persona cede, mediante el consumo de azúcar refinada. Esto, de manera constante se observa en los niños. En consecuencia: incremento de la carencia de vitamina B1, y con ello empeoramiento de la situación metabólica en el nervio y a su vez aumenta la manía con respeto al consumo de lo dulce.

El círculo vicioso solo puede ser superado por un alimento con contenido de B1, vale, decir, grano integral, evitando el consumo del azúcar industrial. Entonces al cabo de cierto tiempo desaparece el deseo incontenible con respecto a las golosinas.

Un determinado del organismo por excesivo consumo de azúcar refinado es la arteriosclerosis, o bien, el infarto cardiovascular.

Allí, dos teorías se confrontan: la así llamada teoría de las grasas, cuyos defensores hacen hincapié en el consumo de grasas y la teoría del azúcar, cuyos defensores acusan al azúcar industrial como principal culpable. En cierto modo, ambos tienen razón. Dado que ya lo hemos señalado: en el organismo, del azúcar se forma grasa. Queremos señalar aquí brevemente a la generación de arterioclerosis e infarto cardíaco, a causa de abundante consumo de azúcar industrial: el profesor Yudkin, director del Instituto Científico-Nutricional de la Universidad de Londres, ha constatado en una gran cantidad de hombres de edad entre los 45-46 años, que el excesivo consumo de azúcar industrial, es responsable  del aumento de infartos cardíacos. Al respecto ha hecho una comparación entre una gran cantidad de personas que se nutrían con mucho o con poco azúcar.

La relación de daños arterioscleróticos de los vasos con el metabolismo del azúcar queda aprobado asimismo por el hecho de que el 70% de todos los diabéticos mueren a causa de complicaciones arterioscleróticos y el 90% de todos los diabéticos, cuya enfermedad 0065xiste por más de diez años, muestran una arterisclerosis de todos los vasos.


EL AZÚCAR Y LA DECADENCIA DENTARIA

No existe duda alguna de que existe una relación causante entre la nutrición con azúcar industrial y las caries dentarias.

¿QUÉ PODEMOS HACER?

En principio lo siguiente: vivenciar con conciencia la dulzura de una fruta de manera una  y otra vez, acrecentando así, la sensibilidad respectiva. Entonces podremos   experimentar al azúcar refinado como pelmazo y vacío y podremos diferenciar entre el mismo, y el aroma natural como nos lo ofrece por ejemplo la miel.

En qué medida, la preferencia por el azúcar industrial es un hábito acostumbrado, lo muestran los resultados de las investigaciones del profesor Julius Azick de la Universidad de Nueva York. Constató que los   niños criados con mamadera, frente a los niños alimentados con leche materna, más tarde, en la vida muestran una mayor tendencia al consumo del dulce. Según su opinión, esto se debe al hecho de que la alimentación artificial contiene hidrato  de carbono en forma de azúcar refinado. El mimo establece un aliciente, al cual el niño se habitúa. Cuando no se toman medidas a tiempo para el cambio, se instala, una avidez por vida con tendencia de las golosinas.

Mediante la vivencia del gusto, incentivamos a nuestro yo de manera consciente, intervenir en los procesos metabólicos que transcurren por debajo del umbral de la conciencia. Para que la organización del yo pueda ejercer su actividad, llegando hasta los nervios, la musculatura, el hígado y otros órganos con el azúcar, no se lo tenemos que suministrar como sustancia aislada, sino dentro de un producto natural con pleno valor. Puede tratarse asimismo de un hidrato de carbono, del cual el organismo por su cuenta preparará su azúcar.

En el hombre, el metabolismo del azúcar no puede ser llevado a cabo de correcta manera sin la materia acompañante de la vitamina B1. También en el grano que está germinando, el azúcar tan solo puede generarse del almidón, siguiendo transformándose, cuando colaboran las materias de las capas de envoltura, sobre todo vitamina B1. Es por ello que el grano integral le tenemos que establecer su debido lugar en nuestra alimentación para que los procesos del azúcar sean conducidos en la correcta dinámica.

Ahora puede llegar alguien para preguntar: ¿Qué podemos usar para endulzar? Al dar una lista tenemos que agregar: cuidado con los concentrantes, pensando en los dientes:

Mil- concentrados frutales, en especial de per-higos, pasas de uva-dátiles –maleza de arce, melaza de nabo, extracto de malta.

¿Qué es la fructosa? ¿Se obtiene de las frutas? ¡Nada que ver! La denominación se refiere tan solo a la estructura química del azúcar. El polvo blanco se obtiene mediante manipulaciones fisicales-químicas (en la mayoría de los casos de Topinambur). No supera en absoluto al azúcar industrial. Por el contrario; dado que la fructosa en el organismo humano as existe en mínima cantidad, un fuerte aprovisionamiento con el producto altamente concentrado, puede causar trastornos en el metabolismo.

¿Qué sucede con el azúcar marro? Se diferencia muy poco de su hermano blanco. Su contenido en materias vitales es escaso. Por ello es una ilusión, creer poder tomarlo como producto natural de alto valor.

¿Y el azúcar de caña? Se obtiene de la caña de azúcar. El problema es el modo del cultivo ¿acaso sabemos cuantas bolsas de abono artificial se arrojaron sobre sus raíces? Otra cuestión es el modo del refinamiento. Y las medidas higiénicas en el transporte. En definitiva, el producto comercial es casi tan vacio y pelmazo como el refinado azúcar de nabo.


7.7.2017