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Matthias Girke

LA METAMORFOSIS DE LA RESPIRACIÓN: ASPECTOS FISIOLÓGICOS, ANÍMICOS Y ESPIRITUALES

Quiero partir del proceso respiratorio del hombre, quiero referirme a sus condiciones físicas, anímicas y espirituales, para luego orientar la mirada al accionar de los miembros del ser, al ejercer la actividad lingüística -terapéutica ¿qué es en realidad la fisiología de la terapia lingüística, bajo el aspecto de los miembros del ser? Mi preocupación es, que al término de “terapia” lo usemos con una seriedad cada vez mayor y que la terapia del habla no tan solo es algo que cobra un efecto artístico, bonito y agradable para el tratamiento, siendo definitivamente terapéutico, que cobra un profundo efecto sobre los miembros del ser de nuestro organismo. La siguiente pregunta: ¿cuándo una terapia se convierte en efectiva de manera creativa, cómo actúa a la par de otras terapias? ¿Cómo es la referencia hacia la euritmia curativa o con respecto a los medicamentos recetados por el médico? ¿Impera un paralelismo terapéutico, o accedemos a un accionar conjunto, donde cobra efecto aquello que Rudolf Steiner titula “sistema de la medicina antroposófica? Quiero disponer mi descripción en un arco de esta índole y referirme en primer término en aquello que denominamos las metamorfosis del proceso respiratorio en el hombre.

EL PROCESO RESPIRATORIO EN EL ORGANISMO TRIMEMBRADO

El proceso respiratorio puede ser observado en el conjunto del organismo trimembrado. En las profundidades de nuestro mundo orgánico, tenemos metamorfosis de la respiración en todo aquello que se moviliza en el organismo de los líquidos, lo que sale de los ámbitos de vida del espacio celular interior a los espacios celulares externos, para luego ser re-integrado allí. En el cambio rítmico, constantemente tenemos una especie de movimiento de respiración dentro del hombre-líquido, sobre todo cuando se abre en dirección al tracto digestivo, donde se integra líquido, pero también se vuelve a eliminar. Descubrimos una especie de proceso respiratorio en lo líquido, que a modo de proceso vital, acontece de manera plenamente inconsciente, dormida, en el organismo. Luego llegamos a los procesos respiratorios propiamente dichos, que suponemos conocer. Se manifiestanen el pulmón, actúan empero más allá de ello en el organismo en su conjunto, hasta en la respiración celular de los diferentes tejidos.Es importante saber que bajo este concepto, el cuerpo en su conjunto es un respirador, que es transpuesto de respiración, hasta en sus tejidos más sutiles.

Al preguntarnos, qué se está respirando, pensamos en oxígeno, en dióxido de carbono. Podemos descender entonces un escalón: ¿qué actúa de manera anímica-espiritual, cuando por ejemplo inhalamos oxígeno? ¿Qué actúa de manera anímica-espiritual, cuando inhalamos dióxido de carbono? ¿y qué actúa de manera anímica-espiritual cuando adicionamos nitrógeno?, que a su vez pertenece a nuestro organismo del aire. Rudolf Steiner nos dice, que el hombre de constante manera independiente produce nitrógeno (gA 218, página 74) no tan solo inhalamos de manera constante nitrógeno en cada respiración, también exhalamos nitrógeno. El nitrógeno se forma en el organismo a modo de elemento del aire. Corresponde a las más importantes confirmaciones de las investigaciones de Rudolf Steiner, que ahora, al cabo de 90 años, conocemos este proceso. De manera constante, también exhalamos una especie de nitrógeno (gA 302 a, pág. 131f) es un hecho asombroso, como a partir del mundo de la albúmina (arginina), mediante la actividad de determinadas enzimas se forma un elemento del aire como monóxido de nitrógeno que exhalamos y que ciertamente fluye integrándose al mundo exterior.

¿Qué es empero el significado espiritual del nitrógeno? ¿Cuál es el de dióxido de carbono, de oxígeno? Quiero ofrecer algunos tópicos que corresponden a las metamorfosis del proceso respiratorio. Lo primero es, que cuando nos movemos vigorosamente, al encontrarnos en acción de manera volitiva, necesitamos oxígeno. Tenemos un metabolismo energético un organismo calórico, que depende del oxígeno. Podemos decir – y esa también es la referencia dada por Steiner: el oxígeno está ligado a los procesos volitivos todos, así como también a los procesos vitales en el organismo humano. El oxigeno conecta al ser anímico-espiritual con el organismo. La mayor cantidad de oxígeno se encuentra en el agua, y es por ello que Otto Wolf ha propuesto una denominación diferente para el oxígeno llamándolo materia de vida, por el hecho de que está ligado a los procesos vitales, que fluyen, entrandoa nuestra voluntad. Una primera relación importante en esa metamorfosis de nuestra relación de lo liquido hacia el ámbito del aire, es la relación hacia el oxígeno – oxígeno para los procesos volitivos del hombre. Podemos preguntar entonces: ¿por qué nuestro cerebro requiere tanto oxígeno? ¿esto que tiene que ver con la voluntad? También aquí tenemos que presuponer, que el oxígeno se encuentra al servicio de los procesos volitivos, en nuestro mundo de la conciencia. Sirve a los procesos metabólicos del cerebro, no al mundo abstracto de los pensamientos, sino a toda la perfusión arterial, donde el cerebro es un órgano de intensivo flujo sanguíneo. Cuando decimos que tenemos que conservar fría la cabeza, en muchas situaciones de la vida, esto cobra validez para el polo de los pensamientos de nuestro sistema nervioso. Por otra parte, el sistema nervioso justo es un órgano cuyo funcionar depende del oxígeno, con un enorme flujo sanguíneo, con temperatura corporal-nuclear. Por lo tanto, una primera imagen: el oxígeno está relacionado con los procesos volitivos.

Luego tenemos una segunda imagen ¿qué hace el dióxido de carbono que exhalamos con toda actividad lingüística? Conocemos pacientes hiperventiladores, que constantemente exhalan, a los cuales a veces le aplicamos la terapia de colocarles una bolsa de plástico sobre la cabeza, para aumentar la retro-respiración del O2. La sintomática de la hiperventilación muestra con claridad: la pérdida de ácido carbónico hace peligrar nuestro mundo de la conciencia. La hiperventilación hasta puede provocar al desmayo. Nuestra conciencia despierta depende del hecho de que como nos manejamos con el dióxido de carbono, de la correcta tensión del dióxido de carbono en nuestra sangre. Una carencia o un exceso, pone en peligro nuestra conciencia. Este ejemplo tal vez nos pueda esclarecer, por qué Rudolf Steiner relaciona al oxígeno con la voluntad y al mundo de los pensamientos con el dióxido de carbono. Y observamos, como estos dos gases importantes de nuestra respiración, tienen una relación para con nuestro ente anímico-espiritual – hacia aquello con lo cual de manera activa-volitiva nos apoderamos del organismo, enel sistema metabólico y de los miembros, hacia el cual, con el cual entramos al mundode la conciencia, y desarrollamos conciencia allí, sobre la base del sistema nervio-sensorio. Queda en evidencia además, en qué medida notoria, esa conciencia, ese cuerpo astral, depende del elemento en forma del aire.

Mientras que el oxígeno nos encarna, nos convierte en seres humanos terrenales, que asimismo, a través de la formación, a todos los metales convierte en metales terrestres, que por lo tanto posee un gesto de encarnación, el nitrógeno es la sustancia que nos comunica con el mundo espiritual. Cuando el hombre duerme, el nitrógeno es el formador de puente de su ser anímico-espiritual hacia el macrocosmos del mundo. Vemos entonces, que el nitrógeno posee un lado nocturno, un lado que nos conecta con el dormir, el estado de sueño de nuestro ser. Así por ejemplo el gas hilarante, como anestesia general, es una aleación nitrógena. Vemos así como justamente el nitrógeno es una sustancia que, cuando posee un efecto excesivo, despendiendo en demasía al ser anímico-espiritual - puede conducir al umbral de la muerte, que empero, estando dormidos, nos conecta con el mundo espiritual, formando puentes hacia las dimensiones interiores, espirituales de la noche.

Al haber partido de la respiración en el organismo de los líquidos y ahora hemos contemplado la respiración en el aire, ahora llegamos a un ámbito tercero, vale decir, el mundo de los órganos sensorios. Percepción sensoria, ya sea escuchar, ver, gustar, tantear – cualquier modalidad de nuestro organismo de doce miembros – siempre se encuentra emparentada con la luz. Esta relación es más notoria en los ojos. Siempre cuando algo llega a la conciencia, cuando percibimos o escuchamos algo: un proceso desde lo no-audible llega al mundo de la conciencia, de la invisibilidad a lo visible, desde lo no palpable, a la posibilidad del palpar. Se desarrolla la luz de la conciencia. Podemos decir entonces, que todo aquello que vivenciamos con nuestros sentidos, según su esencia son metamorfosis de la luz.

• En el hombre metabólico, llegamos a la respiración líquida.
• En el hombre del medio, llegamos a la respiración del aire.
• Y en el sistema sensorio llegamos a la respiración en la luz.

LA FISIOLOGÍA DEL ESCUCHAR

Este proceso respiratorio de los sentidos es formulado por Goethe: “para que la luz interior irradie en dirección hacia la luz exterior”. Podemos preguntarnos: ¿también en el caso de la audición, una “luz” interior va al encuentro de la luz externa? ¿descubrimos también para el escuchar una especie del respirar dentro de la luz, una especie de respiración dentro de la percepción sensoria? (gA 319, página 112f) En principio siempre se supone que el sonido proviene de afuera, yendo para adentro. Sin embargo: ¿existe también un sonido desde adentro hacia afuera, vale decir, un sonido que de manera activa corre desde adentro hacia afuera?

Sucede que los oídos de hecho constantemente envían un sonido en una frecuencia muy elevada. Al trabajar con un pediatra, es interesante saber, que el temprano examen auditivo de lactantes se basa en la emisión de alto volumen otoacustico. Un fenómeno en el cual los oídos emiten un sonido y no en el sentido de Tinnitus, sino en el cual los oídos acompañan toda percepción tonal, de fina manera con un envío sonoro. Durante mucho tiempo se ha indagado, ¿de qué manera en la organización del oído se genera esta producción sonora, tonal? ¿Quién es aquel que allí toca la lira, quien produce esa resonancia en el oído? Entonces, nos encontramos con esa maravillosa organización del oído, que posee una tri-membración en la cual en lo exterior tenemos al pabellón de la oreja donde en el oído del medio tenemos los miembros de los huesecillos del oído y el polo nervio-sensorio en el conducto coclear. Al introducir nuestra mirada con detención mayor a esa coclea, vemos que posee células sensorias – células, que de interesante manera acompañan interiormente la dirección de las ondas del líquido linfático, percibiéndolas de manera activa. El biofísico y fisiólogo Georg von Békésy ha descubierto por vez primera, ese movimiento ondulante que tiene lugar en cada oído, y al respecto, en 1961 ha recibido el premio nobel de medicina.

En la coclea, las frecuencias más bajas están en la punta, las más altas en la entrada. Se ha formulado la pregunta: ¿cómo pueden diferenciarse de tal manera las elevaciones de las ondas que podamos discriminar tonos muy finos, que podamos diferenciar una música de doce tonos o semitonos? ¿cómo pudo ser creado esto por la naturaleza, este hecho que podemos diferenciar tonos tan sutiles? Se ha constatado ahora que no tan solo existen esas células ciliadas interiores, percibidoras, sino también exteriores. Y las externas nada perciben, ¡se trata de células de movimiento! Tantean al tono, refuerzan determinadas cualidades y promueven su condición audible. Aquí estamos frente a una metamorfosis y lo remarco por el hecho de que pertenece al tema del día: es una metamorfosis de movimiento en dirección al escuchar, de movimiento hacia la organización sensoria. Casi podemos afirmar, que el movimiento el conducido a la metamorfosis, se torna audible en el ámbito de la organización del oído del sentido auditivo. Podemos notar como un fino respirar habita en el tono, una facultad de entrega de la audición, un activo elemento del tantear, del palpar al tono y por lo tanto, también un acrecentar y una percepción del tono. En tal sentido tenemos una metamorfosis, que podemos colocar frente a nosotros a modo de un primer arco – de la respiración en lo líquido, de la respiración en el organismo del aire, hasta la respiración en la luz de la percepción sensoria. Cuando de esa manera contemplamos la metamorfosis sensoria, es importante, tomar conocimiento acerca de la audición, en el conjunto del organismo, el hecho de que somos ser humano auditivo en el organismo en su conjunto. En el curso para médicos de Rudolf Steiner se representan esenciales aspectos con referencia a la fisiología de la audición (Ciencia espiritual y medicina, G A 312). La visión, que plastifica una estructura interior en el hombre, que hacia afuera al hombre en cierta manera lo torna capacitado para la percepción; una audición, que en su totalidad se orienta hacia adentro.

Tengo la impresión, de que en medida cada vez mayor tenemos que tomar en cuenta que cada célula es una isla vital que tiene que prestar atención a muchos hechos que se están formando a modo de una integridad que no puede crecer sin control, o bien si así lo hace, puede transformarse en tumor. De manera tal queen todo ese mundo de recepción de las células, que ahora podríamos representar de manera más explícita, tenemos una especie de sentido auditivo metamorfizado. Y hasta podríamos preguntarnos, si el ensordecer de un tejido está relacionado con la afección tumoral.

Todo aquello que está relacionado con el habla y la audición, lo tenemos que ver y conocer también en su proximidad y metamorfosis de lo organísmico.

ACTIVIDAD DE LOS MIEMBROS DEL SER DURANTE LA NOCHE Y DURANTE EL DÍA

Bajo ese aspecto, quiero generar una imagen en el pizarrón, que ilumina esas cualidades de la audición interior durante la noche de la actuación activa de los miembros del ser durante el día. Por un lado tenemos la organización principal, y con ello el polo, dedicado a la implementación de la forma en el hombre.
Luego tenemos al sistema metabólico y de los miembros en el hombre, además al sistema rítmico que no conoce anatomía alguna.
Al contemplar la metamorfosis expuesta del hombre sensorio, a través del hombre-aire, hasta la respiración en el metabolismo, vemos que se trata de gestos que se orientan hacia el medio circundante.

Notamos como Rudolf Steiner ya en la adjudición del nombre de la trimembración está señalando una polaridad. Tenemos al sistema nervioso, que se cierra a modo de una cápsula, y tenemos un sistema sensorio, que se abre de manera periférica – vale decir, una duplicación: los sentidos, orientándose hacia afuera, hacia el medio circundante, la cabeza ultimando, redondeando, formando un espacio interior. En el hombre del medio tenemos un pulmón, que de completa manera se orienta hacia afuera, un corazón que se orienta hacia adentro. El ritmo entre el pulmón y el corazón, el latido corazón-pulmón, es el latido de abertura hacia afuera y un circundar hacia adentro. También allí tenemos esa dualidad de la orientación hacia adentro y hacia afuera. También enel sistema metabólico, con orientación hacia el interior, tenemos la edificación corpórea, en las ejecuciones de resorción digestiva y hacia afuera, la secreción de los jugos digestivos.
Por lo cual podemos decir: tenemos un sistema que de plena manera se orienta en dirección delmedio circundante – que posee apertura hacia el entorno y que en sus ritmos tiene una profunda referencia hacia el macrocosmos. Esa organización rítmica no la podemos internalizar de manera plena, dado que se encuentra en relación con el macrocosmos: nuestros ritmos circadianos, es decir, el ritmo diurno con el sol, el ritmo mensual y con ello también el ritmo semanal con la luna. Es expresamente interesante, que en nuestro interior portamos al ritmo semanal y que el estado anímicose modificadentro de la secuencia de una semana. Lo que unimoscon el cuerpo astral dentro del ritmo semanal conoce sus matices dentro del ritmo de los siete días de la semana. Nuestro cuerpo astral, está relacionado con el rimo de las cuatro semanas. Ese es un ritmo que por ejemplo se halla en relación con el sodio, propio del cuerpo. Notamos, que este ritmo mensual y lunar se encuentra inserto en nuestra organización de modo tal que podemos constatar: nuestro sistema rítmico se abre al conjunto del mundo de los ritmos cósmicos, se indualiza durante el día y en el sueño nocturno me desprendo de la estructura de mis miembrosdel ser en dirección hacia el macrocosmos y se produce la entrada de la armonía del macrocosmos. La cual siempre es sanadora. Cuando seres humanos se profundizan de manera meditativa, se produce una ritmización que a partir de una actividad al hombre de modo ritmológico conecta a las fuerzas del macrocosmos.

Por lo tanto, tenemos un arriba y un abajo en la trimembración: un eje que corre desde arriba hacia abajo y un eje que desde adentro corre hacia afuera. Es similar a la forma de una cruza, inserta en la trimembración de nuestro organismo. Si ahora nos preguntamos: ¿qué acontece en realidad, cuando nos hundimos en ese mundo de la noche, cuando ciertamente con nuestro ser nos orientamos hacia el mundo espiritual? Entonces en un principio es importante que tomemos conciencia de lo siguiente: abandonamos nuestro cuerpo a través de nuestros sentidos. La construcción del puente hacia el mundo espiritual acontece a través de nuestros sentidos y la llegada en el mundo terrenal por la mañana, acontece a través de nuestro sistema metabólico y de los miembros. Los miembros participan en la tarea de recepción del hombre ¿Qué acontece durante el sueño, cuando el hombre se encuentra en el mundo espiritual? Allí tenemos una concepción muy simplificada. Decimos, el alma y al espíritu, o el yo y el cuerpo astral se separan de lo físico y del cuerpo etérico. Tal como cien veces lo hemos leído y así también lo hemos aprendido – pero: la vida es más complicada. Sucede que no tan solo tiene lugar un abandono del cuerpo, sino por otro lado, la actividad nocturna de los miembros del ser. Con respecto a ese estar despierto, existe una maravillosa imaginación de Rudolf Steiner. El dice: cuando estamos despiertos, el sol de nuestro yo se encuentra muy alto en el cielo. Y cuando quedamos dormidos, se hunde. Pero cuando se hunde, no desaparece, sino que ahora irradia desde abajo. De hecho su radiancia no es la misma como durante el día. No se apodera del hombre así como lo hace durante el día. Este sol del yo ilumina a partir de otra cualidad, edificante - y eso, dentro de un maravilloso ritmo cambiante (G A 140, 21.1.13)

Cuando los pacientes toman somníferos, o tienen que recibir sedantes durante su permanencia hospitalaria, son arrancados del sistema nervio-sensorio, siendo impedidos entonces, de tomar posesión del cuerpo, de manera edificante y regeneradora. Es por ello que en nuestras estaciones de cuidados intensivos es tan importante que a esas personas que allí se encuentran como desprovistas de envoltura, les ayudemos a acceder a un clima de calidez, un incentivo de lo anímico y una compenetración con lo espiritual.

Durante la noche, el cuerpo astral actúa de manera configuradora, allí se genera forma humana. Existe empero también aquello, que Rudolf Steiner denomina un proceso más débil de edificación. Ya que no tan solo existe la configuración humana, son la constante edificación de sustancia. Al moverme de constante manera desintegro algo. Para que esto no lleve al agotamiento, lo cual puede producirse de rápida manera, constantemente tiene que formarse nueva sustancia. No tan solo necesitamos una formación de figura, de la forma, sino un apoyo en esos procesos vitales, esos procesos etéricos, en los cuales de nuevo se forman recuperación y sustancias. De modo tal que tenemos un efecto del sueño que conduce a la edificación del cuerpo, hacia la configuración humana en la cual el hombre desde el mundo zodíaco integra las imágenes originarias a la configuración humana, de modo tal que se genera la forma humana. Y existe un segundo efecto que llega hasta las cualidades del cuerpo etérico y que por Steiner es señalado como corriente edificadora menor. Conclusión plástica: cuando muevo la mano, de manera constante, algo tiene que ser formado de nuevo con referencia al apoyo de los procesos vitales, para que yo pueda llevar a cabo esa actividad. Si yo fuese mucho más joven y la mano todavía estuviese creciendo, de constante manera, un impulso de crecimiento también tiene que estar formando esa mano. Por lo tanto, estoy diferenciando entre aquello que posibilitarlas funciones vitales y lo que diferencia la configuración de las formas.

Aquí se trata de una diferenciación muy importante, tratándose de fuentes de efectos dispares entre sí. En la segunda corriente en mayor medida nos hallamos frente al accionar de los planetas, relacionado con los procesos vitales. En la configuración del cuerpo humano, nos hallamos frente a las estrellas, frente al mundo de las estrellas fijas. Ambas cosas poseen un efecto edificador en nuestra organización metabólica.

EL LADO DIURNO Y EL LADO NOCTURNO DE NUESTRA TERAPIA

Al contemplar ese quedo accionar en la configuración, en los procesos vitales durante el sueño, en sus metamorfosis durante el estar despierto, cuando nuestro cuerpo etérico por cierto se orienta hacia las fuerzas de la conciencia, generando conciencia a partir de vida, entonces, las fuerzas nocturnas se transforman y pueden resonar hacia afuera, a modo de expresión lingüística: a partir de todo aquello que significa la formación de figura en el hombre, se generan las consonantes, a partir de los procesos vitales en conexión con las planetas se generan las vocales. Notamos como las acciones nocturnas de los miembros del ser, que configuran a nuestro cuerpo a partir del cosmos, se metamorfosean en formación de figura, al despertar en el sentir en aquello que articulamos en consonantes y en vocales. No podemos decir, que aprendemos al habar de alguna manera desde afuera, sino que despierta procedente de nuestro organismo, genera leyes de formación basándose en nuestra figura, leyes de formación de nuestra vida, que en el organismo en primer término actúan de manera subconsciente, dormidos para desarrollarse luego en dirección al desarrollo de forma para poder ser lenguaje hablado al fin y al cabo. En el hablar activo, en la terapia del habla tenemos un resonar de aquello que son las fuerzas formadoras del cuerpo, las fuerzas que mantienen la vida.

Lo definitorio empero es que todo aquello que hablamos al mismo tiempo lo estamos escuchando. Y ese simultáneo escuchar es aquello que luego cobra efecto en el posterior silencio. Al cabo de cada tarea terapéutica – ya sea que aplico un medicamento, si llevo a cabo una terapia artística o la euritmia curativa - a la acción siempre sigue un proceso sumido en silencio. Un sereno lado nocturno, en el cual puede cobrar efecto justamente esa actividad de los miembros del ser, que acabo de describir. Esto por ejemplo asimismo sucede cuando receto muérdago en elevada dosificación. Entonces, la persona es afectada por la fiebre, en un principio se siente mal. Al día siguiente empero se despierta fortalecido y de pronto se siente mejor. Existe el lado diurno de la terapia y el lado nocturno de la terapia. Esta diferencia es esencial y relevante de la parte práctica. En lo terapéutico, tenemos que ver con el proceso respiratorio, donde como activas personas diurnas, nos encontramos en un diferente accionar de los miembros del ser, vale decir, en épocas en las cuales los miembros del ser nos nutren edificándonos, nos plasman y nos forman.

Quiero mencionar una meditación de Rudolf Steiner, que cobra un importante rol en la terapia del habla. Se encuentra representada en el así llamado curso para los jóvenes médicos, donde Steiner habla de la configuración del hombre de su dotación con alma y su trans espiritualización – vale decir de aquello que en la organización metabólica, porta fuerzas configuradoras al organismo que en el hombre del medio respira en la trans-animación y en el hombre superior, conduce al desarrollo espiritual, a la conciencia ( GA 316, página 173). Esta meditación es casi como una meditación-puente, que une nuestras profesiones.

El primer renglón dice:

CONTEMPLA LO QUE DE CÓSMICA MANERA SE ENSAMBLA Y PERCIBIRÁS CONFIGURACIÓN HUMANA

Luego el ámbito del medio:

MIRA AQUELLO QUE AIROSO TE MUEVE,
Y ANIMACIÓN DEL HOMBRE EXPERIMENTARÁS

Y luego el superior:

MIRA LO QUE TERRENALMENTE SE MODIFICA, Y CAPTARÁS LA TRANS ESPIRITUALIZACIÓN DEL HOMBRE.

Tenemos un plano relacionado con la configuración del hombre (y configuración del hombre también equivale siempre a sonidos, a fuerzas consonantes, a fuerzas zodiacas). En el sistema rítmico tenemos la animación de hombre. Y vivenciamos al hombre en su parte superior, donde se desarrolla la conciencia, a modo de transespiritualización del hombre. Para las colegas y los colegas activos en la medicina, esta es una meditación muy importante, porque muestra la relación del macrocósmos y del microcosmos y con ello, el principio originario de la obtención de la salud. Aquí no se está hablando de patología, sino de la representación del principio básico del logro de la salud.

LOS SIETE PRINCIPIOS TERAPÉUTICOS

Bajo el aspecto de lo mancomunado, quiero referirme también al camino interior conjunto de los siete principios de la terapia, esenciales para el trabajo terapéutico. Necesitamos una especiede comprensión, una especie de transmisión para el paciente, pero asimismo para nuestro accionar en conjunto ¿ qué son los gestos terapéuticos que desarrollamos, y qué cualidades refiere Rudolf Steiner como principios terapéuticos?

EL PRIMER PRINCIPIO TERAPÉUTICOdice: delimitar y formar. Al estar frente a un alérgico que estornuda, al que lacrimean los ojos, cuando por lo tanto procesos metabólicos invaden en la organización sensoria entonces el necesariogesto terapéutico es formar, configurar, delimitar ¿de qué manera podemos otorgarle una forma a un proceso tal? ¿cómo podemos delimitarlo?
Al pensar en cuarzo, o en medicamentos de la terapia antialérgica, nos damos cuenta: todos tienen ese gesto, forman, configuran un proceso que de otro modo fluye y se vierte y que entones tiene que ser llevado otra vez a una forma. Ese es el plano del dar forma, una cualidad formadora. Pensemos ahora en la terapia del habla ¿Qué formas del sonido poseen un carácter formador? ¿dónde tal vez trabajo con sonidos de la tierra? ¿dónde tengo algo que conduce al plasmado de la forma?

EL SEGUNDO PRINCIPIO TERAPÉUTICO

Es denominado por Rudolf Steiner, el quitar. Cando una persona tiene una grave enfermedad esclerótica y por ejemplo se endurecen los riñones, o cuando se desarrolla una arteriosclerosis, entonces podemos elegir una sustancia, que quite ese proceso patológico a la persona, para que los miembros del ser puedan insertarse nuevamente en el cuerpo, aportando salud.
¿A quién se le ocurriría, implementar plomo, frente al cuadro de esclerosis? ¡si algo seríaun error, entonces con toda seguridad sería suministrar plomo en este caso! ¡el hombre ya experimentó suficiente catabolismo, suficiente solidez, suficiente obturación de sus vasos! Tomamos en cuenta que no depende de un aumento de aquello que enferma, sino que depende del hecho de elegir una sustancia, siendo transformado así en proceso farmacéutico, de modo tal que puede quitar a una persona una enfermedad, un accionar enfermo de los miembros del ser. A ello Steiner lo titula principio terapéutico del quitar. Conocemos ese principio a partir de tantos otros procedimientos, como por ejemplo los de la psico-terapia: cuando tan solo escuchamos a una persona con atención participando de su preocupación, entonces cobra validez el dicho: la pena compartida es tan solo la mitad de la pena.
Yo le quito algo de la carga y la persona puede erguirse otra vez. Esto también lo hacemos en la terapia del habla, cuando nos adherimos a lo enfermo y luego lo transformamos en un proceso salutífero.

EL TERCER PROCESO TERAPÉUTICO no quita algo, sino toma algo a su cargo ¿cuál es la diferencia entre el quitar y el tomar a cargo? En lo lingüístico existe una diferencia de esta índole. Imaginemos un niño afiebrado, roja sus mejillas, seca la mucosa, rojo su semblante. Le doy belladona, con lo cual estoy asumiendo un efecto salutífero de los miembros del ser, lo cual se desarrolla en la fiebre. La fiebre no desciende de inmediato, pero el niño se siente diferente, se siente mejor, por estar liberado del enorme esfuerzo de la inflamación, donde empero la inflamación es el intento y el esfuerzo del impulso sanador. En todas nuestras disciplinas terapéuticas, necesitamos nuevamente una atención y una responsabilidad con respecto al calor. Esa calidad del calor. En la cual la persona entra a la actividad volitiva, en la cual desarrolla lo superador, es decisivo para este principio terapéutico receptivo.

EL CUARTO PROCESO TERAPÉUTICO es denominado por Rudolf Steiner, aprender a partir del modelo. Desarrolla al principio a partir de medicamentos, siendo que un medicamento le transmite al organismo trimembrado el mensaje: así deber ser. Esa es la correcta composición del accionar de los miembros del ser en el organismo trimembrado. Acaso ¿no todos aprendemos de mejor manera basándonos en un modelo?
También en la terapia del habla, ciertamente en lo sano se presenta aquello que el paciente luego puedere-crear. Aquí estamos hablando de medicina de regulación. Si dijéramos, que Cardiodoron actúa en el caso de elevada presión sanguínea, esto seria un concepto unilateral, también lo suministramos en ocasión de baja presión sanguínea, o en el caso de otras indicaciones. Cardiodoron es activo de manera regulatoria, dado que presenta una imagen originaria del orden rítmico dentro de este hombre del medio, un aprendizaje en el modelo. De esta manera asimismo queda en evidencia, como justamente ese medicamento puede ayudar a la persona en muchas otras circunstancias y no tan solo es un “medicamento circulatorio”.

EL QUINTO PROCESO TERAPÉUTICO ha sido elaborado por Gisbert Husemann, hace aproximadamente 50 años: la transformación. Transformación significa que una actividad de los miembros del ser, relacionada con el sistemanervio-sensorio, es transformada en una actividad del sistema del movimiento y del sistema metabólico y de los miembros.Imaginemos un espasmo muscular. Hacemos algunos movimientos, y de pronto se libera el cuerpo astral y con el riego sanguíneo se produce un metabolismo anabólico a partir de un accionar tenso, espasmódico y endurecedor, en el cual se genera conciencia se libera el cuerpo astral de su accionar contraído. Espasmo siempre significa: el sistema nervio-sensorio está actuando de excesiva manera. Y entonces, una implementación calórica, comer ser, cobre, algo disolvente, libera al cuerpo astral y dice: asume tu lugar de manera fisiológica, es un hecho que puedes moverte, y ubícate nuevamente en una dirección anabólica. Esta cualidad que cobra vida en la vocal A, así como en el metal cobre, que vive en todo aquello que está relacionado con cualidades calóricas, posee una especie de gesto disolvente, libera al cuerpo astral de su orientación unilateral de la conciencia y dentro de un gesto liberador, lo conduce a la acción anabólica.

Existe un SEXTO PRINCIPIO TERAPÉUTICO, que Rudolf Steiner menciona en 1921: propulsión y contra-propulsión. Un impulso, una acción y una re-acción. Vale decir, que imponemos un incentivo y que el organismo llega con una especie de respuesta, el hombre contesta a ese requerimiento y esta respuesta, desarrolla las cualidades terapéuticas. En la ciencia de la naturaleza, conocemos la terapia del incentivo. Excitamos y aguardamos la respuesta sanadora del organismo. Algo comparable a esto, lo llamamos choque y contra-choque. El sitio original deSteiner se refiere al empleo de preparados de ceniza. Implementamos preparados de ceniza para el hombre del medio, para el sistema rítmico. Allí tenemos el principio, que un medicamento mineralizador tiene que despertar fuerzas vitales regeneradoras, sanadoras.

Con el SEPTIMO PRINCIPIO TERAPÉUTICO, acrecentamos un accionar de los miembros del ser en el organismo. Cuando por ejemplo realizamosuna terapia febril, cuando ponemos en movimiento una persona, cuando conducimos a una persona a las funciones metabólicas mediante acíbares, entonces acrecentamos situaciones, que el organismo desarrolla en su interior, pero posiblemente lo realiza de manera insuficiente. Este principio de intensificación, cobra validez para el muérdago, pero también para el fosfato para todo aquello que en mayor medida nos conduce hacia el accionar, aquello que nos fomenta en esta actividad volitiva, en el sistema metabólico y delos miembros.

Estos principios son de gran ayuda para la terapia. Percibimos al paciente mediante la pregunta: ¿qué necesitas? ¿Cómo puedo hallar lo indicado para ti? ¿Tengo que aliviarte de una carga, tengo que conducirte hacia el calor en mayor medida? ¿Tengo que recomendarte movimiento? ¿Tengoquebrindarte algo, que puede conducir a un aprendizaje en el modelo? ¿Puedo inculcar algo en el hombre a modo de incentivo, de modo talque él mismo adquiera actividad? ¿Puede él adquirir actividad cuando yo le aplico un empujón? Cuando él, no contesta se trata del principio terapéutico equivocado. Nos damos cuenta de que tenemos una escala incorrecta. Vemos que tenemos una escalada principios que algo tienen en común, y es algo característico para la medicina antroposófica: alentar las fuerzas a las que el hombre mismo apela, al querer sanarse. Pertenece a las referencias maravillosas de Rudolf Steiner del año 1923, cuando dice lo que es la medicina Antroposófica: un arte curativo, que quiere apoyar y fomentar aquellas fuerzas en el hombre, que él mismo llama para obtener salud (G A221).

¿Qué fuerzas son, de qué procesos se trata? Los procesos que están relacionados con el formar, pertenecer al sistema nervio-sensorio del hombre. Los procesos relacionados con los principios terapéuticos del medio, pertenecen al hombre rítmico. En la naturaleza buscamossustancias y plantas curativas, que se encuentran enuna relación con la esencia patológica. En el principio terapéutico intensificado, desarrollamos movimiento, actividad, calor.
Por lo tanto, cualidades relacionadas con el sistema metabólico y de los miembros

Tenemos un canon de siete principios terapéuticos, que se corresponden con esa trimembración, que inicialmente he desarrollado acerca de la respiración.
Al manejarnos de manera intensiva con estos principios, podemos notar qué principio terapéutico pertenece en medida mayor al amanecer y cual al atardecer. ¿cuáles son los cambios rítmicos, qué puedo combinar? Notamos que se desprende música del conjunto – una postura interior básica resonante, que puede cobrar una acción terapéutica sobre el hombre y puede apoyar sus fuerzas en el proceso curativo. Parece ser, que en todos nuestros ámbitos terapéuticos – ya sea en la euritmia curativa, la terapia de la pintura, la terapia de la música, la terapia de la conversación, la terapia de la medicina, la terapia del habla – tenemos un conjuntode gestos, que no tan solo atienden a situaciones aisladas y es un sistema para medicamentos, sino que nos une en el accionar conjunto, en favor de la persona enferma. Tengo la impresión de que si examinamos de qué manera emprendemos actividad, cuando de una forma o de otra nos encontramos con la persona enferma cuando nos preguntamos cual es su requerimiento salutífero, que mediante estos siete principios terapéuticos podemos llegar a la conjunción de las tareas. Según mi criterio esto configura el accionar terapéutico de la medicina antroposófica de una manera mucho más consciente y la torna más visible en el mundo. En la medicina práctica, recetamos terapia del habla, euritmia curativa. Nuestra tarea mancomunada se produce de una manera como sumida en el estar durmiendo, configurada mediante la fuente compartida de la cual nos abastecemos.

Pero qué acrecentamiento sería posible, si nos orientásemos en el real requerimiento terapéutico del hombre, viendo como de consciente manera podemos actuar de manera mancomunada de modo que se trata de una composición terapéutica y no, un ente terapéutico del uno al lado del otro. Queremos formar una comunidad terapéutica, entonces mediante un emprendimiento de esa índole, referido a nuestros principios terapéuticos, que nos une y que de posible manera puede convertirse en una fuerza especial para nuestros pacientes.

10.6.2018