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- No es el corazón que mueve a la sangre sino la sangre al corazón (Eugen Kolisko) 3.
3. Gisbert Husemann: Eugen Kolisko, En la búsqueda de nuevas verdades. Editado por Gisbert Husemann . Editorial Verlag am Goetheanum– Páginas 62-71
Parabase
“Muchos años hace,
que animadamente
esto buscaba investigar, saber,
de qué manera la Naturaleza vive creando.
Y es lo eternamente único
que múltiplemente se manifiesta
pequeño lo grande es, y grande es lo pequeño
todo según su propio estilo
constantemente en transformación,
fijo a su vez.
Así configurando y transfigurando –
Para asombrarme estoy acá.
J.W.v.Goethe
“El corazón es una bomba, que mueve a la sangre”. Esa, es una convicción que como inamovible se enseña en toda Fisiología y que todo niño tiene que aprender, a causa de la popularización de la ciencia. (...)
La circulación es un fenómeno arquetípico de la vida. No existe manifestación de vida, sin el fluir de líquidos. Hasta la simple célula la muestra. Las corrientes se orientan hacia las paredes de la célula, donde se encuentra en decadencia. Dado que, donde el organismo se está delimitando hacia fuera, en realidad existe un proceso de necrosis, hacia allí tiene que orientarse la fresca corriente alimentaria, para que la vida pueda perdurar. La vida es un constante evitar la muerte. Los humores reemplazan lo que hacia fuera va muriendo. Las amebas muestran en sus seudópodos en su interior corrientes centrífugas y en su exterior, corrientes centrípedas. Las interiores, conducen los nutrientes desde el interior de la célula, las exteriores, evacuan lo gastado. Esto, recuerda a órganos superiores.
Es semejante a un modelo celular de la circulación de las extremidades de los animales superiores y del ser humano. También la planta muestra corrientes de toda clase. Un alga, Chara, ha sido mencionada desde siempre, como un ejemplo maravilloso de la corriente. Nada puede observarse con respecto a un propulsor, o un motor. Desde allí, hasta las artísticas corrientes en los árboles conducen múltiples transiciones. Es el mismo fenómeno arquetípico de la vida, constantemente incrementado. En el fondo, las corrientes de savia son solamente la expresión de la diferenciación de la polaridad en la planta. Lo que crece con fuerza, también dispone de un aparato proveedor de savia. Crecimiento y provisión de líquido son inseparables.
El simple hecho de que la vida está relacionada con nutrición y respiración, promueve el desarrollo de una corriente nutricional y la absorción a través de las partes del organismo que constantemente mueren en su funcionamiento. Lo gastado se evacua, absorbiéndose oxígeno y nutrientes. Dado, que aquí ya está presente el fenómeno arquetípico del ritmo de la circulación. La vida, es la constante regeneración del organismo. La corriente de los humores es por lo tanto, fenómeno arquetípico de la vida (...)
Observemos a partir de este aspecto, el desarrollo de la circulación sanguínea en la serie animal. La circulación está en existencia con anterioridad al corazón. Primeramente, en los animales el intestino-cavidad abdominal (Coelenterates), el intestino mismo a su vez sistema nutricional y circulatorio. Distribuye el alimento. Estamos frente a un sistema gastro-vascular, vale decir, las partes del cuerpo absorben aún directamente en el intestino absorben el alimento para su función. Luego, cuando se forma una cavidad abdominal, la sangre circula en la cavidad abdominal, sin especiales vías sanguíneas. Entre los parénquimas que la colman, se mueve el líquido nutricional y sanguíneo. Partes quietas – a modo de islas – se encuentran rodeadas por partes en movimiento. Por lo tanto, la circulación existe con anterioridad a la formación de paredes. La formación de paredes se genera recién alrededor de la corriente de los humores. Cuanto más se destacan, se separan las partes corrientes de las partes quietas, en medida tanto mayor estas últimas se conforman en pared. También en el sistema de los vasos linfáticos, situado en un nivel primitivo, es determinante ese fluir sin transformación. Para los glóbulos sanguíneos blancos, la pared del vaso sanguíneo no conforma un obstáculo, la pasan sin dificultad.
En los gusanos “con anillos” (anélidos), que poseen una cavidad abdominal secundaria, esta desplaza a la primaria y ésta permanece a modo de sistema vascular independiente: Se observa un tubo sanguíneo alrededor del intestino, así como un vaso dorsal y abdominal. Más tarde se retrotrae el tubo sanguíneo que rodea al intestino y quedan únicamente algunos aros – vasos sanguíneos, lazos, que rodeando al intestino unen al vaso dorsal y abdominal. Tiene el aspecto de un imán rodeado de un alambre. Originalmente toda pared vascular es contraible. Algunas partes vasculares empero, luego se desarrollan más intensamente. Es así, que en la mayoría de los anélidos es contraíble en su conjunto, el vaso dorsal, en las lombrices, en especial, los lazos entre los vasos principales, en el pececito-lanceta, el precursor de los animales vertebrados, en cambio es contraíble el vaso abdominal en su conjunto.
Vemos así, que se generan formas del tipo – corazón, mediante la contracción de la sustancia rítmicamente contraíble, que originalmente abarcaba todas las paredes de la vía circulatoria. Originalmente, todo el sistema circulatorio es corazón. Como tal empero, aparece recién, cuando en un lugar puede hacerse valer plenamente.
Donde en un principio aparecen partes cambiantes, pulsantes, depende del desarrollo del sistema nervioso. En los gusanos y en los animales membrados, la sangre circula de una manera inversa que en el pececito lanceta y en los animales vertebrados. Los primeros, tienen al “corazón”, o, más bien la región vascular más contraíble en el lado dorsal, los últimos, en el lado abdominal. ¿Por qué? Los gusanos y los animales membrados tienen al sistema nervioso en el lado abdominal, los animales vertebrados en cambio, poseen la médula espinal. Sucede, que el sistema nervioso es el transmisor de la conciencia, pero, con ello a su vez el portador de la muerte. Donde existe mucha conciencia tiene que haber menos vida. Con el creciente desarrollo de la conciencia en al serie animal, desciende la fuerza regeneradora. La sustancia nerviosa, es la que menor capacidad regeneradora posee de todos los tejidos animales. Es por ello, que la corriente de los humores es conducido hacia el sistema nervioso. La corriente de los humores siempre va de la vida hacia la muerte. Cuando el sistema nervioso está situado en el abdomen, la sangre tiene que fluir de la espalda hacia el abdomen, en el caso de que en su expansión principal se encuentra dorsalmente, la sangre fluye en dirección inversa. En los tunicados (animales con manto), existe un peculiar estado intermedio. La sangre fluye de modo alternativo, hacia delante y hacia atrás. Aquí, aún es poderosa la médula abdominal, a la vez que existen los comienzos de un sistema de médula espinal. Aquí, podemos observar a partir de un experimento realizado por la naturaleza misma, que la circulación surge de la polaridad original de la vida y no es promovida por fuerzas mecánicas.
El hecho de que la circulación se genera como compensación entre dos polaridades muestra asimismo el desarrollo del embrión. Existe una circulación de yema, antes de que pueda hablarse de un corazón o de un desarrollo de pared diferenciada. En un comienzo, se desarrolla el sistema nervioso del embrión. Se destaca en la yema nutriente. Comienza una circulación de yema entre las polaridades de sistema nervioso y el fundamento metabólico de la yema. La corriente nutriente sigue el embrión, que se eleva del seno de la vida. También aquí, existe una circulación preliminar al desarrollo del corazón. El corazón se desarrolla recién más tarde dentro de la sangre que circula.
La existencia de los tres cotiledones del embrión, está señalando en la misma dirección. Del cotiledón exterior del embrión, se genera el sistema nervio sensorio, conjuntamente con la piel; del interior, la base del sistema intestinal. Entre ambos cotiledones, se forma el cotiledón central y de éste, se forma la sangre. Así, se genera el sistema circulatorio, a modo de compensación del polo de la conciencia (nervios) y del polo del metabolismo de la organización humana. Es un resultado de esa polaridad en desarrollo. Lo que estamos viendo en lo más mínimo de la célula, el hecho, que la corriente de lo viviente corre en dirección de aquello que se encuentra en vías extinción, esto se muestra asimismo en lo mayor, en lo más complicado del organismo humano. Es lo “Eternamente único, que múltiplemente se manifiesta”.
Pero también al contemplar el aparato circulatorio ya formado en el hombre, falla la concepción meramente mecánica. El intento de entender la circulación sanguínea sólo del modo hidrodinámico, ha fracasado. Al cabo incontables intentos infructuosos, en la actualidad hoy se reconoce, que por ejemplo una ley tal como la dada por Poiseuille, acerca de la resistencia en los capilares, no cobra validez para los cuerpos animales y humanos (...). La corriente capilar es independiente. Su velocidad depende de la intensidad de los procesos de vida en los tejidos y no de su estrechez o su amplitud. También las arterias muestran, aparte de su tono, activos fenómenos de pulsación. A favor de ello se pronuncian las corrientes de acción de las arterias, los movimientos propios de arterias avanzadas, la relación de las arterias del ombligo en el embrión, la continuación de la circulación durante algún tiempo después de la detención del corazón y el vaciamiento de las arterias que allí se produce, así como muchos otros fenómenos. Existe una corriente independiente en las venas. En pro de ello hablan los corazones-venas de algunos animales, la imposibilidad de explicación de la corriente en las venas mediante la sístole cardiaca y la aspiración toráxica sobre todo, en aquellas de las extremidades inferiores, etc.
El tonus de los vasos no solamente es una especie de tensión altamente desarrollada, sino, una colaboración rítmica activa en la circulación sanguínea. A partir de numerosas observaciones delicadas realizadas durante la práctica médica, Hasebrock muestra, con respecto a los cambios y el funcionamiento normal del sistema vascular, que a la parte extra-cardiaca del sistema vascular, le corresponde un rol igualmente importante como al corazón. (...)
Toda función de un órgano hace, que la sangre fluya hacia él. Y cuanto más intensiva se torna la función, tanto más se desarrollará el aparato de afluencia de la corriente. Tanto más asimismo se densifica la pared de la corriente, tornándose rítmicamente movible.
La función de los órganos absorbe la sangre. Suministra las fuerzas impulsoras de la circulación, no las paredes vasculares, que recién se generan a modo de aparatos auxiliares de la función orgánica. ¿Qué significa esto: La función de los órganos promueve la circulación? Significa, que la totalidad de la función de vida, el cuerpo de vida hace correr la sangre. Las partes activas del cuerpo de vida hacen fluir hacia sí la sangre. A cada órgano le pertenece su propio abastecimiento de sangre. Su desarrollo está seguido a su vez, por la formación simultánea de una vía de pulsación rítmica para la corriente nutricional. La sangre es autónoma en su movimiento. Nunca, puede ser pensada sumida en reposo, de modo tal, que recién posteriormente reciba el impulso de un motor, sino, que posee un movimiento original. Cuando mayor diferenciación existe entre los órganos, cuando mayor polaridad desarrollen, tanto más complicado tendrá que ser el aparato circulatorio y tanto más significativa, la complicación de la musculatura de las paredes.
Esto, a su vez nos conduce a la importancia del avance del desarrollo de los órganos, la circulación. ¿Qué es lo que diferencia al animal de la planta? En la planta cada órgano es hoja. Vale decir, que en realidad todos los órganos son equivalentes. Cada uno es similar a toda la planta Todo es hoja. Es así, que también cada órgano puede general toda la planta. La fuerza de regeneración es especialmente grande.En el animal, cada órgano se conforma en una parte del todo. A cada uno le falta algo del todo. Y justamente por no ser el todo, se conforma en un órgano realmente. ¿Dónde ha quedado empero la parte faltante, la posibilidad que falta de ser un todo, la similitud que falta con el todo?
En el animal, en lugar de ello, tenemos el desarrollo de las vivencias anímicas íntimas. Lo que al animal le falta con respecto a la fuerza exterior del crecimiento y la configuración, aparece como vida interior-anímica. Con ello empero recién se genera en el animal, la diferenciación en un polo nervioso y metabólico. Y luego, la circulación a modo de compensación entre ambos. Los órganos de los animales están señalando una diferenciación igualmente múltiple en lo anímico. De hecho, lo anímico no se encuentra separado de los órganos sino, que se vale de los mismos para la toma de conciencia. Por lo tanto, el desarrollo orgánico y el desarrollo anímico son lo mismo. Dado que, un determinado desarrollo de cada sistema orgánico, a su vez, está relacionado con un determinado desarrollo de las funcionan anímicas. En cuanta mayor medida se desarrolla un sistema nervioso, en tanta mayor medida de las más primitivas vivencias anímicas puede surgir el desarrollo de algo similar a la concepción. Pero, a su vez también el sistema metabólico experimenta una diferenciación. Y acompañada por la misma, acontece un sutil desarrollo de la vida volitiva. Y en medio de ello, la circulación, que tiene que tornarse cada vez más complicada, para poder mediar entre los polos de la conciencia y la voluntad. El aparato circulación de máximo desarrollo es, a su vez, la expresión, de lo anímico máximamente desarrollado, donde la sangre es absorbida por todas partes y donde se genera la maravillosa construcción del corazón, de modo cada vez más refinado, como acción conjunta de los órganos de la periferia. El corazón sólo puede ser comprendido desde la periferia, la circulación sanguínea jamás desde el centro, desde el corazón. Ya que, del mismo modo como el corazón se hipertrofia cuando un órgano, por ejemplo la musculatura corporal en ocasión de un intensivo esfuerzo físico absorbe demasiada sangre, no sólo se ha generado de la periferia en su desarrollo excesivo, sino también en su desarrollo normal.
No puede asombrarnos entonces, que toda vivencia del hombre está íntimamente relacionada con los movimientos de la sangre. Alegría, dolor, ira, miedo, el sentimiento de la vergüenza, están relacionados con determinados movimientos de la sangre. Junto a estos procesos físicos de la circulación, nuestro Yo llega a una conciencia de estos procesos anímicos. También nuestras concepciones cobran un efecto sobre la circulación sanguínea. Al imaginar un movimiento de nuestros miembros, vemos una afluencia sanguínea, al estar pensando esforzadamente, la sangre fluye hacia el cerebro y los órganos abdominales, al imaginar un limón, funcionan nuestras glándulas salivales y también hacia las mismas se absorbe sangre. En fin, toda ocupación en la imaginación con respecto a un terreno orgánico, hace, que la sangre fluya al mismo. Lo anímico nuestro vive constantemente en los órganos y ya a partir de los meros fenómenos podemos decir: La sangre empuja. Los sentimientos y la ocupación con determinados campos orgánicos en la conciencia, por lo tanto están relacionados siempre con la circulación.
Por un lado, estamos viendo, como el desarrollo de los órganos en la serie animal es lo mismo como el desarrollo anímico y como así queda en evidencia, que es el desarrollo de lo anímico que torna cada vez más complicada a la circulación. Se dice comúnmente, que la vida anímica predomina en medida cada vez mayor, cuando más fuertemente se desarrolla el sistema nervioso. El sistema nervioso empero, muestra únicamente el grado de evolución de las partes de la vida anímica, orientadas hacia el lado sensorio y de la imaginación, conceptual, los otros órganos, aquella de la vida anímica restante. El desarrollo orgánico en su conjunto es a su vez la expresión del desarrollo del alma. Dado que, fuera de su importancia puramente fisiológica, que describe la ciencia de la actualidad, los órganos a su vez poseen una importancia, un significado psíquico. Al generarse, se libera lo anímico. Y sigue con vida dentro de los mismos. La circulación es la relación, la compensación rítmica entre los órganos del sistema metabólico y el sistema nervio-sensorio y con ello también entre las diferencias en lo anímico, entre imaginar y querer. En el hombre queda de manifiesto el verdadero impulsor de la sangre, el alma. Allí, queda en evidencia de manera inmediata, que lo anímico mueve la sangre dentro del cuerpo. Dentro del movimiento de la sangre en ocasión del miedo, la alegría y otras emociones del alma del Yo, se evidencia en el hombre, de qué manera su Yo se vivencia en la circulación sanguínea. En el restante mundo de los organismos, lo anímico se oculta detrás de los órganos entre los cuales se desarrolla la circulación. En el hombre se manifiesta por el hecho de que el movimiento sanguíneo se conforma en expresión de su más profunda interioridad.
El corazón puede ser comprendido únicamente mediante la acción mancomunada de la periferia en su conjunto. Miremos tan sólo la influencia que posee el desarrollo del pulmón sobre la conformación del pulmón. La subdivisión del corazón en el sentido vertical, es tan sólo la obra del desarrollo pulmonar. Cuanto más se respira el aire puro, tanto más se separa el corazón. Del mismo modo, la separación en dos cámaras muestra ser expresión de las polaridades en formación de arriba y abajo. En el caso de los Cyclostomata, Marsipobranchii, en gran parte parásitos sin mandíbula, marinos o de agua dulce, de los peces, en ellos la sangre y la linfa se separan, donde la cabeza comienza a formarse, es cuando primero se muestra esa separación. Arriba, se separa de abajo. Y cuando el aire proveniente del pulmón ha compenetrado la circulación, cuando la sangre ha quedado arterializada, entonces la parte derecha del corazón se separa de la parte izquierda. Conformaría una tarea especial, mostrar también la relación de este impacto de la respiración pulmonar en la circulación con el desarrollo anímico. De todos modos se evidencia también aquí como la configuración de la periferia genera al mismo tiempo al corazón en el centro, a modo de máxima obra de arte del organismo. En él, han trabajado todos los órganos; cuánto más polarmente se desarrollan los órganos, con tanta mayor evidencia se genera en el centro el compensador rítmico de esa polaridad, el corazón. Primeramente, falta la polaridad. En el organismo unicelular, en la no diferenciada masa del óvulo fecundado, aún no se manifiesta claramente, luego, aparece y conjuntamente con la misma el primer movimiento rítmico de la compensación. En el hombre, es donde ha prosperado en mayor medida la diferencia entre los sistemas orgánicos, allí, aparece la maravillosa conformación y el funcionamiento del organismo del corazón.
Quien dice, que el corazón a modo de una bomba hidráulica impulsa la circulación, no está tomando en cuenta que esa así llamada bomba se genera a partir de la sangre misma. El concepto de bomba desaparece, cuando la bomba misma es obra del líquido bombeado. Quién así piensa, se asemeja a aquél, quien afirma: Cuando una persona es llamada por otra que pide su ayuda, y se acerca a ella, no ha sido el llamado de socorro, sino sus piernas que la han llevado. Por cierto, que puede ser mirado de esa manera, pero, se trata de entender, cómo un llamado de socorro tal puede llegar a actuar llegando hasta las piernas. Y, en el caso del corazón tenemos que comprender, que su funcionamiento, aparentemente mecánico, es obra de la polaridad de las manifestaciones de la vida, y, como la evolución del alma, que configura en medida cada vez mayor al organismo en un instrumento de su toma de conciencia, se expresa en el desarrollo de la circulación.
Todas las concentraciones, densificaciones de las paredes vasculares son consecuencia únicamente del aumento de las funciones orgánicas y la diferenciación de los órganos. Del mismo modo, como en la hipertrofia cardiaca la acrecentada función en la periferia genera una “bomba” más fuerte en el corazón, así todo el corazón se ha generado desde la periferia a causa de la corriente sanguínea más complicada. Del mismo modo como la función acrecentada genera capilares, y engrosa paredes arteriales, así, se ha generado todo el aparato vascular. Como el verdaderamente impulsor empero, vemos lo espiritual-anímico, que en definitiva puede llegar a la conciencia únicamente junto a un desarrollo orgánico polar, diferenciado. (...)
Hubo una época, justamente, cuando se describió la circulación sanguínea, en ella, con cierta naturalidad se había empleado los conceptos mecánicos al hablar del organismo humano. En ella, todo se quiso comprender a manera de máquina, también al hombre. Dado, que a la máquina se la puede entender. Puesto, que se conocen las leyes, según las cuales la máquina ha sido construida. Fueron necesarios los conceptos referidos a máquinas, para poder obtener libertad frente a los conceptos de la antigua medicina, que se habían vuelto intrincados. Hoy – independientemente de tales concepciones – el organismo humano puede ser comprendido nuevamente como portador de lo espiritual-anímico. El lugar de la teoría aniquiladora del alma del corazón a modo de bomba hidráulica puede ser ocupado por la verdad: La sangre, es decir el alma, impulsa al corazón.
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