Hannes Wieting EL ATENEO INFANTIL EN UN JARDÍN DE INFANTES WALDORF Y EN UNA ESCUELA WALDORF Cuando el trabajo del corazón de un organismo es óptimo, está dada la condición previa que permite suponer que todo el estado del cuerpo es óptimo. En el ateneo infantil late el corazón del “organismo jardín de infantes waldorf” o bien, del organismo “escuela waldorf”. Muchas personas de estas instituciones se reúnen, para dedicarse de manera intensiva, varias veces, a un niño. Reúnen las observaciones y las experiencias obtenidas junto al niño y con el mismo y, a partir de las mismas, tratan de formarse un concepto vivo del niño, derivando del mismo una idea acerca de cómo eventualmente de manera diferente, positiva para todos. A continuación me permito presentar el proceder en nuestra escuela, en ocasión del ateneo infantil (Escuela Janusz Korczak, Dresden), tal como lo hemos implementado durante los últimos años, satisfactoriamente. Cuando el médico trabaja con el paciente, en la mayoría de los casos esto se lleva a cabo a través de tres pasos:
De similar manera se lleva a cabo el proceder en el ateneo infantil. Al respecto planificamos tres reuniones de 90 minutos cada una, con un intervalo de dos semanas. Para las dos primeras fechas, invitamos a todos los colaboradores de la escuela; para la última fecha, solamente aquellos que tienen un trato directo con el niño, siendo que naturalmente está bienvenido cualquier interesado. PRIMER ENCUENTRO: PERCIBIR Y BIOGRAFÍA Después de que durante muchos años, a modo de introducción habíamos leído un dicho de Rudolf Steiner, que describe la misión especial del educador al encontrarse con un niño, en el ínterin hemos tenido una experiencia mejor con el lema anual del niño, dado que la misma ya señala algo característico del mismo. En esa misma dirección se orientan los preparativos en el recinto, en cuyo centro se colocan cuadernos, dibujos o manualidades del niño. A estos objetos los acompañan paños de color, piedras, un ramo de flores y una vela luminosa. Al cabo del lema, todos los participantes, brindan en una así llamada “ronda relámpago”, una primera impresión que han obtenido en el encuentro con el niño. Luego sigue una parte voluminosa, que generalmente toma a su cargo la maestra de grado; describe con muchos detalles - ¡esto puede demorar una hora!- en un principio el cuerpo físico del niño, comenzando con su figura en su conjunto, luego avanzando a través de la cabeza y el tronco, hasta las extremidades. Esto halla su continuación en el esbozo de las funciones elementales, como por ejemplo la respiración, el hambre y la sed, las eliminaciones a través del intestino, la vejiga y la piel, o la capacidad de quedar dormido y del dormir sin interrupción. ¿Qué capacidad posee la motricidad gruesa y la motricidad fina? ¿Se ha desarrollado un dominio lateral, y si así fuera, cuál? Luego se relata la vida anímica (concebir y pensar, sentir, querer y actuar). Algunos ejemplos son:
Es importante así mismo, enterarnos del comportamiento en lo social del niño. ¿Le agrada estar con los otros, o prefiere estar sólo? ¿Cómo juega? ¿De qué manera puede captar los sentimientos de otras personas? ¿Es servicial? ¿Puede pedir perdón? Luego, los maestros especiales, los educadores y los profesionales de la guardería aportan sus observaciones; también el médico, que eventualmente ha examinado con anterioridad a la conferencia o que ya ha estado presente en el jardín de infantes, o bien en el grado, para poder así tener una imagen más precisa del niño. Con un relato biográfico- evolutivo del niño o bien del joven, cerramos el primero de los tres encuentros. Podría aparecer la pregunta ¿qué sentido tiene la descripción tan detallada de una persona? Sigue mi asombro cuando de hecho generalmente se me informa, que el alumno, acerca del cual hemos hablado en el primer encuentro de nuestro ateneo, ya al día siguiente muestra un cambio en su comportamiento, a pesar de que no habíamos decidido aún, si nosotros deberíamos comportarnos de diferente manera frente a él, y cómo llevarlo a cabo. Estoy convencido, de que nuestra dedicación intensiva, exenta de evaluación, actúa de ésta manera en el niño! Dado que, únicamente cuando me abro frente a otra persona y genero interés por ella, puedo describirla hasta en los detalles de su cuerpo y de su vida anímica- una misión que de manera preponderante había estado a cargo de la maestra de grado. Su trabajo nos permitió recordar más abarcativamente al alumno en cuestión, comprenderlo, y desarrollar una empatía aún mayor por él, lo cual- aún inconscientemente- ha llegado a nuestro comportamiento. Prescindiendo de ello, por cierto es un factor decisivo, que los miembros del ser supra sensorios del niño, naturalmente han estado también presentes en nuestra reunión, siendo en el mejor de los casos, afectado positivamente por nuestro esfuerzo. Y más allá de eso: como médico, me brinda un provecho esencial la detallada descripción, dado que yo comparto un tiempo más reducido con el alumno que la maestra de grado. Al escuchar empero su relato, me ayuda a formar un diagnóstico de trabajo. SEGUNDO ENCUENTRO: HALLAZGO DEL DIAGNÓSTICO Existen niños que están enfermos, y de los cuales también se conocen diagnósticos médicos-escolares. En el marco del ateneo infantil, juegan un rol solamente en el sentido de comprenderlos desde lo científico-espiritual. En un primer lugar se ubica la tarea de hallar respuestas a las siguientes preguntas: + ¿Cómo es la relación entre el sistema nervio-sensorio y el sistema metabólico- motor? ¿Funcionalmente se encuentran en equilibrio, o domina uno de los ámbitos? ¿De qué manera el sistema rítmico puede accionar de manera equilibrada entre estos ámbitos polares? + ¿Ante qué tipo constitucional pedagógico nos encontramos? + ¿Ante qué tipo constitucional pedagógico-curativo nos encontramos? + ¿En qué medida se hallan desarrolladas las facultades sensoriales, en especial, las orientadas hacia el cuerpo y con ello, fomentadoras de la encarnación? + ¿Cómo están desarrollados y mutuamente afinados los miembros constituyentes del hombre en su conjunto, su cuerpo anatómico-fisiológico, su vida anímica y su núcleo del ser espiritual, individualizador? En los colaboradores de nuestra escuela, los conocimientos del estudio del hombre y los de la pedagogía Waldorf existen de manera y profundidad diversa. Por tal razón a menudo es recomendable, profundizar justamente en esta parte del ateneo, la mirada orientada hacia los miembros del ser, la trimembracion funcional, los sentidos y las leyes evolutivas fundamentales del hombre, con respecto a los mencionados tipos constitucionales, o eventualmente también a las enfermedades del niño- naturalmente, guardando es secreto profesional- a partir de la visión pedagógica y médica, en el sentido de un perfeccionamiento. Una antigua sabiduría médica afirma: “¡con anterioridad a la terapia, los dioses colocaron al diagnóstico!” La experiencia lo confirma una y otra vez: al poder contestarse al menos dos de las preguntas diagnósticas antes mencionadas, las medida pedagógicas o terapéuticas a ser tomadas “casi” aparece solas. TERCER ENCUENTRO: BÚSQUEDA Y DECISIÓN DE AYUDAS PEDAGÓGICAS Y TERAPÉUTICAS PARA EL NIÑO En la primera y segunda parte del ateneo, el primer plano lo ocupaba la pregunta: ¿Quién eres tú?, ahora se trata de ¿cómo podemos ayudarte en el avance de tu desarrollo? A las experiencias dichosas como médico escolar pertenece el hecho, de cómo a través de la vívida charla una y otra vez encontramos procedimientos individuales para cada niño, en el terreno pedagógico y terapéutico (artístico). En el caso de los niños constitucionalmente de “cabeza chica”, naturalmente llegaremos a similares recomendaciones del accionar; así y todo, más allá de ello, podremos encontrar posibilidades adicionales, que solamente tienen que ver con ese niño. Ha mostrado ser favorable, registrar por escrito, las metas evolutivas a ser alcanzadas por el niño y nuestras estrategias de acción decididas, para reunirnos de nuevo al cabo de tres o cuatro meses, y contemplar las metas por entonces propuestas, a lo logrado ya, y también a lo no logrado aún, a las ayudas que han sido de utilidad y lo aparentemente no- útil, para decidir entonces, qué seguir manteniendo de lo llevado a cabo hasta el momento y dónde es menester emprender nuevos caminos, para poder ofrecer una ayuda aún mayor a la evolución del niño. Primariamente, el ateneo infantil se lleva a cabo para un solo niño. Las consecuencias empero, no se limitan a éste niño solamente. Dado que, si este niño se siente mejor, esto puede irradiar naturalmente a otros niños en el grupo, o en el aula. Dado que a menudo hablamos de niños que ocasionan problemas y mediante su comportamiento estorban mucho las clases, el efecto mencionado es vivenciable de inmediato. Pero también el colegio del jardín de infantes y de la escuela pueden obtener u buen provecho por las conferencias; en primer término, sobre todo los educadores y maestros, que atienden, o bien enseñan al niño de manera directa. A menudo piden un ateneo justamente por estar desconcertados, a veces frustrados, y no saben cómo seguir. Las experiencias muestran, cuán beneficioso es justamente para ellos percibir al niño en mayor medida “desde afuera”, objetivamente, a través del referido proceder de la conferencia, lo cual les permitirá desvincularse un poco de los enredos emocionales, pudiendo entonces hallar nuevas orientaciones para el trato con el niño. Por otra parte se reúnen todos los maestros o educadores- independientemente de animosidades tal vez existentes entre ellos- concentrándose en el contenido propiamente dicho de su trabajo: la educación del niño. Con ese objetivo podemos orientarnos también hacia los padres o cuidadores del niño, fuera de la escuela. Los mismos, conscientemente no habían sido invitados a las conferencias, para poder tener una posibilidad de hablar en un recinto protegido sobre todas las cosas con amplitud abierta. De hecho, en la mayoría de los casos, la maestra de grado ya había realizado una visita a los hogares, para informarse sobre los pormenores del curso de la vida del niño, sobre lo cual entonces pudo referir en el ateneo. Tengo que confesar, que a veces ha sido estremecedor para todos los participantes del ateneo, al enterarnos de aquello que un ser humano a tan temprana edad ya ha tenido que vivir. A menudo me ha parecido como un milagro, que el niño no tuviese un comportamiento pero o no tuviese una enfermedad de mayor gravedad… También después de la conferencia volvemos a visitar a los familiares del niño, para participarles de nuestra percepción con respecto a su hijo y también las tareas predispuestas con el niño. Para que las mismas puedan prosperar, la colaboración de los padres y los cuidadores en realidad es indispensable y en general hemos hallado gran gratitud, apertura y disposición. Al comienzo del artículo, el ateneo infantil se ha comparado con el corazón de un organismo. Del mismo modo, como al mismo confluye la sangre de todos sus miembros, se detiene brevemente, para serle devuelta de manera abnegada, refinadamente cambiada, así debería ser – de manera ideal- en el caso del ateneo infantil: todas las observaciones que incumben al niño, afluyen a la conferencia, para ser percibidas allí, empáticamente, para un mejor conocimiento del niño, y, partiendo de allí, poder impartirle nuevos impulsos refrescantes, para la evolución de su desarrollo.
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