Dos meditaciones para los maestros y la relación hacia los alumnos
Christof Wiechert
Al dedicarnos a nuestra tarea diaria, un enorme cúmulo de impresiones viene a nuestro mundo, impresiones, frente a las cuales reaccionamos con nuestro pensar, sentir, y querer. Según las circunstancias, consideramos que un día ha sido bien logrado, al obtener un equilibrio entre las impresiones y el modo de nuestra reacción. Hemos logrado ser dueños de la situación o, el día nos ha arrastrado consigo.
Podemos sentir también la necesidad de un contrapunto interior, una percepción interior, para guardar ese equilibrio. Para los maestros de las escuelas Waldorf, Rudolf Steiner ha dado tres ayudas que posibilitan crear un espacio interior, que brinda el respaldo necesario.
La primera se basa en las indicaciones ya presentadas en Meditación y la Formación de Comunidad en orientación hacia el mundo angélico de la tercera jerarquía, la así llamada Imaginación de los maestros. Las dos otras, son las así llamadas Meditaciones de los maestros.
La primera meditación para los maestros ha sido entregada por Steiner el 30 de Septiembre de 1919, poco tiempo después de la fundación de la escuela. La segunda la entregó a los maestros en Otoño de 1923, al cabo de la breve serie de conferencias, que se ha publicado bajo el título Hacia la compenetración interior de la profesión del maestro y del educador 1.
Son contenidos que -tal como es valedero para toda meditación- son adoptados únicamente por aquellos, que lo hacen a partir de un sincero deseo del corazón. Es por ello, que estas meditaciones son administradas por un responsable del cuerpo docente. Cuando un colega cambia de profesión, devolverá estas meditaciones al responsable. Puesto, que se trata de ejercicios de meditaciones dadas especialmente para el trabajo pedagógico, que se cultivan conscientemente, dentro del contexto para el cual han sido dadas.
Pertenecen a la sustancia espiritual de la escuela Waldorf y requieren -al igual que toda sustancia espiritual- de lugares de un cuidado conciente, para poder brindar su bendición. Esto cobra validez tanto mas para la época actual, cuando las meditaciones en el ínterin -a causa de la expiración de los derechos de protección de la obra de Steiner- han sido todas publicadas y por lo tanto están al alcance de todos. 2. Es así, que durante la preparación de los Congresos Kolisko del 2006, hemos decidido, ponerlas a disposición también para este contexto; tanto mas, cuando la demanda respectiva en los últimos años ha aparecido con mayor intensidad. A su vez, con lo aquí expuesto quisiéramos contribuir que se trabaje de una manera nueva y conciente en las condiciones previas de un adecuado cuidado de estas meditaciones.
A la Imaginacióny a las Meditaciones le es inherente una intimidad espiritual-anímica que puede ser vivenciada por aquel que realiza la meditación. Y estas experiencias requieren de la protección, aun cuando estamos viviendo en una época “exenta de envolturas”. El trato individual con ello lo encuentra cada uno en libertad. Se trata sin embargo de una ayuda y fomenta la formación comunitaria, cuando en el círculo íntimo y protegido del cuerpo docente se habla acerca de estos contenidos, llegando a acuerdos claros, con respecto a quien de los colegas se encarga de la administración para la comunidad de los escritos, con estos y otros contenidos espirituales.
Es justificado, confiar el resguardo de estas meditaciones a una persona del colegiado, que concuerda con el carácter del camino antroposófico. Quien toma a su cargo esta misión, no debería empero determinar, quien recibe las meditaciones. Se trata en cambio de una cuestión de tacto, el saber, cómo y cuándo se llevará al conocimiento del nuevo colega, sin que éste se sienta “atropellado” o, de alguna manera, limitado en su libertad. Por otra parte, deberá ser evitado, bajo todas circunstancias, que estas importantes ayudas para el trabajo profesional sean ocultadas a un colega, del cual se opina que no tiene el interés o el deseo por recibirlas.
Damos a conocer la existencia de las meditaciones, informando a los colegas nuevos o interesados, a quien tienen que consultar, para poder informarse con mayor precisión al respecto. Nada se opone de esta manera a la protección, de la cual aquí se está hablando con respecto a la apertura frente a la existencia de estos lemas.
Ambas meditaciones para los maestros son meditaciones de la palabra. A modo de germen se encuentra oculto en las palabras, lo que mediante la actividad interior y exterior puede ser desarrollado, con la ayuda de los pensamientos y la acción, cuando permitimos que las palabras se expresen y cobren vida en el alma.
Es así, que podemos emplear una meditación, o ambas, para el diálogo interior del alma, con nosotros mismos. Como hacerlo, queda librado a la voluntad de cada uno: Es un regalo, poder descubrir uno mismo, las profundidades de la misma. Rudolf Steiner ha dado diferentes indicaciones con respecto a la esencia de la meditación: Transformar al conocimiento en devoción, o: Reflexionar contemplativo o dejar vivir en el pensar, o dejar pasar por el alma el contenido de las palabras, revivirlo en el alma, o: Escuchar interiormente lo que el espíritu nos va susurrando, con respecto a que quieren decirnos determinados pensamientos, determinadas palabras e impresiones sensorias. La afinación meditativa se corresponde con una postura anímica, que permite la veneración frente a la realidad del espíritu y también la devoción en lo pequeño y lo grande. La primera meditación se orienta mas bien a la relación del hombre-mundo y fomenta la búsqueda de la correcta iluminación para la enseñanza. La segunda en cambio tiene su punto esencial en el contraste de arriba-abajo, mundo espiritual-mundo terrenal y quiere llevar al ser del maestro en su orientación altruísta, libre hacia el alumno que le ha sido confiado, hacia una mayor experiencia propia.
Primera meditación para maestros
En la apariencia del mundo sensorial
vive la voluntad del espíritu
dándose como luz de sabiduría
y ocultando fuerza interior.
En el Yo del propio ser
aparece la voluntad humana
como manifestación del pensar
apoyándose en su propia fuerza
Y la propia fuerza unida fuertemente
a la luz de la sabiduría del mundo
hacia el propio Ser,
me configura a mi
que me dirijo a las alturas divinas
buscando fuerzas que me iluminen.3
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Segunda meditación para maestros
Mirar espiritual
dirígete hacia adentro contemplando;
tactar del corazón
toca el tierno ser del alma
en el mirar del espíritu que presiente
en el valeroso tactar del alma
ahí se teje el ser-consciente
Ser conciente que, desde la partesuperior e inferior del ser del hombre,
une la claridad del mundo
a la oscuridad de la tierra.
Mirar espiritual,
tocar del corazón
divisa, tantea,
en el interior del hombre
el tejer de la claridad del mundo.
En el obrar de la oscuridad de la tierra
mi propio yo,
concibiendo la fuerza formadora del hombre
creando fuerzas portando voluntad.3
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El mundo exterior nos rodea, nos hallamos insertos en medio de él, nos impone sus demandas, nos hallamos a su merced. El mundo interior tiene que ser recién edificado mediante la meditación, en el sentido de que tiene que generarse de modo completamente independiente del mundo exterior. Mas aun, no debe mezclarse con el mundo sensorio habitual, si jamás pretende constituirse en fuerza propia. ¿Qué significa esto en la práctica?
Significa, que para la vida meditativa tenemos que crear un espacio libre, que no permite el acceso de la vida diaria. Un momento de calma, organizado por mí mismo, del “estar solo”, en el cual sin ser molestados, orientamos los pensamientos hacia donde queremos, por ejemplo, hacia el texto de la primera meditación. Por lo general, el final del día, cuando ya se ha realizado todo lo que debe estar hecho, es el momento adecuado. Otros, prefieren para ello justamente el comienzo del día, antes de comenzar el trabajo, y hay otros, que opinan, que ambos momentos en conjunto sean lo correcto. Sea como fuese, es menester crear ese espacio libre.
Una vez que ha sido creado, notaremos que tenemos que defenderlo: Siempre aparecerán argumentos, por los cuales nos vemos obligados a ceder ese espacio libre, a causa de ‘asuntos urgentes’.
¿De qué manera configuramos ese momento de calma interior? Lo mejor es, que le demos forma nosotros mismos. Lo importante es, que desaparezcan los movimientos anímicos del día. Esto puede acontecer, al contemplar un cuadro, o, al entregarnos a un pensamiento determinado hacia el cual tenemos una fuerte relación interior, o, que intentemos llegar a un silencio en el interior. En el silencio, en la calma, diremos para nosotros, la meditación del maestro. Permitiremos, que el texto resuene dentro de nosotros, que se diluya. Dentro de esta calma anímica, puede empero también una palabra, una oración de la meditación constituirse en objeto del diálogo meditativo interior.
Si hemos tomado la decisión de realizar este momento de la calma interior a la hora del anochecer, es recomendable, hacer seguir una mirada retrospectiva al día que ha pasado. En muchas oportunidades, Steiner señala la importancia de la mirada retrospectiva. En la secuencia inversa, vale decir, desde el final del día hacia la mañana, dejamos pasar las imágenes del día transcurrido frente a nuestra mirada interior. No, los pensamientos y las emociones pertinentes. Tenemos que observarnos a nosotros mismos al ‘retroceder’ por el día. Cuando hemos alcanzado una cierta destreza al respecto, podemos intensificar ese ejercicio, haciendo pasar con toda precisión una fracción del día de momento en momento, frente a nuestra mirada del alma en esa ‘vivencia retrospectiva’. Cuanta mas exactitud logremos, tanto mejor será.
Si en cambio hemos decidido, realizar los ejercicios al comienzo del día, cobra sentido, echar una breve mirada al día que está por venir. ¿Cuáles son las tareas, los deberes, qué me están aguardando, cómo será mi trabajo? Se trata de una visa general con respecto a lo venidero, a modo de una preparación a partir del yo. Breve, pero intensiva. La mirada retrospectiva interrumpe el curso terrenal del tiempo, la mirada hacia delante la acompaña. Cuando estos ejercicios se convierten en un hábito, podremos vivenciar la necesidad de su realización a modo de hambre y sed por alimento espiritual. Se ha generado un nuevo hábito, libre de las presiones del día, solamente a partir de la fuerza de la voluntad. Es razonable, no proponernos al comienzo demasiado de una vez. Lo importante es, que se genere un equilibrio entre aquello que nos proponemos y lo que estamos en condiciones de realizar al respecto.
Algo empero es seguro: Cuanto mas logremos llevar a cabo, conducir una vida interior activa, tanto mayor será la fuerza para el encuentro con las demandas diarias de la vida propia y con las necesidades del mundo.
1 En: Educación y enseñanza desde conocimiento del hombre: Obras completas GA 302a
2 Lemas.mántricos. Ejercicios del alma. Tomo II. Obras completas GA 268
3. Profundizando en la Pedagogía Waldorf. Editado como manuscrito de la Sección Pedagógica de la Escuela Libre Superior de la Ciencia del Espíritu en el Goetheanum, Dornach. Edición Editorial Rudolf Steiner S.A. Madrid. Cuarta edicicón (revisada) 2003..
Versión castellana: Ana María Rauh